Las fuerzas de la gendarmería siguieron la pista de los sospechosos hasta un almacén del distrito de Kagithane, en Estambul, donde se incautaron de los billetes falsos de 100 dólares destinados a ser enviados a países africanos, según la oficina.

Se registraron los domicilios de los sospechosos y se les confiscaron dinero en efectivo y joyas. Se avisó a los consulados sueco y ghanés.

El botín de billetes falsos fue el mayor de la historia de Turquía, según la oficina del gobernador.