ZÚRICH, 5 abr (Reuters) -Los ejecutivos de UBS dijeron el miércoles a los accionistas que su inesperada adquisición de su competidor suizo Credit Suisse en el mayor rescate bancario desde la crisis financiera mundial era un hito para el sector y un reto de gran magnitud para el banco.

El presidente Colm Kelleher describió la operación como "la primera fusión de dos bancos de importancia sistémica mundial" y trató de transmitir seguridad a los inversores, afirmando que también significaba "un nuevo comienzo y enormes oportunidades por delante para el banco combinado y para el centro financiero suizo en su conjunto".

El mes pasado, las autoridades suizas anunciaron que UBS compraría Credit Suisse en una fusión forzada para frenar nuevas turbulencias bancarias después de que la segunda, de tamaño menor que su competidora nacional, hubiera estado al borde del colapso.

Tras una retirada masiva de depósitos, el Gobierno suizo recurrió a UBS, que aceptó comprar Credit Suisse por 3.000 millones de francos suizos (3.300 millones de dólares), mientras que el Estado alpino aportó más de 200.000 millones de francos en ayudas y avales.

La operación enfureció no sólo a los accionistas, sino también a muchos suizos. Una encuesta realizada por la empresa de análisis política gfs.bern reveló que la mayoría de los suizos no apoyan la operación.

Los accionistas del mayor banco suizo tendrán la oportunidad de expresar su opinión el miércoles, aunque es posible que se muestren cautelosos a la hora de hacer tambalear un barco que ha mantenido un rumbo estable.

En 2022, UBS registró un beneficio neto de 7.600 millones de dólares y fuertes entradas en la gestión de patrimonios, la división estrella de la empresa.

Ahora, el banco estudia cómo afrontar la gigantesca tarea de integrar Credit Suisse, de cuyo éxito depende Suiza, sin menoscabar sus puntos fuertes.

Ya ha dado los primeros pasos. La semana pasada, UBS anunció que había vuelto a contratar a Sergio Ermotti como consejero delegado para dirigir la masiva adquisición, una iniciativa inesperada para aprovechar la experiencia del banquero suizo en la reconstrucción del banco tras la crisis financiera mundial.

En su último discurso ante los accionistas como consejero delegado, Rolf Hamers reconoció que la fusión ha dado lugar a nuevas prioridades para el banco, lo que supone un cambio en su cúpula.

"La adquisición de Credit Suisse supondrá un reto de primera magnitud", declaró Hamers, al tiempo que coincidía con el presidente del banco en destacar las nuevas oportunidades.

"Se prevé la creación de un negocio con más de 5 billones de dólares en activos totales invertidos", afirmó.

El miércoles es el primer día oficial de Ermotti en el cargo, pero no está previsto que asista a la junta general anual de Basilea.

La junta general anual del banco se celebra un día después de que los ejecutivos de Credit Suisse se enfrentaran a sus propios accionistas y de que el presidente Axel Lehmann se disculpara por llevar al banco al borde de la quiebra.

El martes, Reuters también informó de que el Banco de Inglaterra había aprobado la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS en Reino Unido, un mercado clave para los bancos suizos en su carrera por cerrar el acuerdo de rescate.

UBS también obtuvo una luz verde temporal de los reguladores de defensa de la competencia de la Unión Europea para completar su adquisición de Credit Suisse, pero todavía tendrá que solicitar la autorización en virtud de las normas de fusiones de la UE, dijo la Comisión Europea.

(Reporte de Noele IllienEdición de John O'Donnell y Tomasz Janowski, editado en español por José Muñoz y Tomás Cobos)