Es posible que las autoridades cubanas tengan que apresurarse a establecer una costosa capacidad de almacenamiento flotante para manejar las importaciones destinadas a aliviar una aguda escasez de combustible, dijeron el lunes fuentes y expertos.

Cuba depende de la terminal de Matanzas, de 2,4 millones de barriles, a unas 60 millas (130 km) de La Habana, para la mayor parte de las importaciones y el almacenamiento de crudo y combustible pesado.

Matanzas es la única terminal de Cuba con capacidad para recibir grandes petroleros de 100.000 toneladas de peso muerto. También sirve de centro para que la producción nacional de petróleo se mezcle para abastecer a las centrales eléctricas del país, y para distribuir el combustible y el crudo importado a las refinerías locales.

Se espera que el gran incendio que se extiende desde el viernes aumente los costes de transporte e importación. Cuba ya tenía problemas para costear las compras de combustible, y las tarifas de los fletes de los camiones cisterna a nivel mundial se han disparado desde la invasión rusa de Ucrania.

Es posible que ahora Cuba tenga que buscar fletamentos de buques cisterna a largo plazo para sus necesidades de almacenamiento o buques más pequeños para transportar las importaciones. Este problema logístico se sumaría a los costes de recuperación del mayor accidente de la industria petrolera en Cuba en décadas.

En el primer semestre del año, Cuba importó 57.000 barriles diarios (bpd) de crudo y combustible de su principal aliado, Venezuela, según datos de Refinitiv Eikon. Las importaciones llegan a bordo de flotas cada vez más reducidas de viejos petroleros propiedad de Cuba o de Venezuela.

El gobierno cubano ha estado aumentando las compras a otros países, incluida Rusia, para aliviar la escasez que ha provocado largas colas de conductores en las estaciones de servicio y un racionamiento de energía. El presidente Miguel Díaz Canel se ha quejado de los precios del combustible casi inasequibles este año.

Está previsto que el buque cisterna NS Laguna, con bandera de Liberia, llegue a Matanzas la próxima semana con unos 700.000 barriles de petróleo ruso, según Eikon. El buque sigue a una entrega de fuel ruso al país en julio.

Si los muros de contención de Matanzas pueden impedir que el fuego se extienda a los muelles del puerto, la parte de recepción de la instalación podría seguir utilizándose para descargar las importaciones y transferir el petróleo a buques cisterna más pequeños para su almacenamiento flotante, según los expertos.

Una vez extinguido el incendio, los atracaderos de Matanzas podrían utilizarse para hacer una "u" para llenar otros buques, lo que no representa un reto técnico difícil.

Un cambio al almacenamiento flotante podría llevar a Cuba, un país fuertemente sancionado, a pedir al gobierno de Estados Unidos un alivio de las normas que limitan el flujo de buques que tocan los puertos de la isla, dijeron los expertos.

"El escenario más probable ahora es que las autoridades dejen quemar el producto que queda en los tanques y mantengan la zona lo más fría posible mediante el uso de agua", dijo Lino Carillo, un experto con sede en Canadá y ex ejecutivo de la compañía petrolera estatal venezolana PDVSA.

Tras un incendio de las proporciones visto en Cuba, la recuperación suele llevar tiempo y millones de dólares en reparaciones, según los analistas.

"Los tanques afectados quedarán inservibles tras el incendio y todo lo que los conecta dentro de los muros de contención", añadió Carrillo.