El hombre, de 29 años, confesó ante una investigación encargada de determinar la responsabilidad del incendio que estuvo implicado en su inicio, según informó la policía en un comunicado enviado a Reuters el miércoles.

Se espera que comparezca pronto ante un tribunal de Johannesburgo acusado de incendio provocado, 77 cargos de asesinato y 120 cargos de intento de asesinato, según el comunicado.

El incendio, una de las peores catástrofes que se recuerdan en el centro económico de Sudáfrica, estalló el 31 de agosto en un edificio ruinoso atestado de inmigrantes, en su mayoría extranjeros. Muchas de las víctimas quedaron calcinadas hasta quedar irreconocibles.

Las muertes arrojaron luz sobre las condiciones de inseguridad en las que viven muchos pobres en el centro de Johannesburgo, donde decenas de edificios han sido abandonados y tomados por grupos criminales que cobran por alojarse en ellos.