La conferencia dijo que la decisión del Papa de nombrar cardenal a Luc Van Looy, obispo emérito de Gante, había recibido "muchas reacciones positivas", pero también críticas de que como obispo de Gante "no siempre reaccionó con suficiente vigor contra los abusos".

"Para evitar que las víctimas de esos abusos vuelvan a ser perjudicadas por su cardenalato, el obispo Van Looy pidió al Papa que le dispensara de aceptar el nombramiento. El Papa Francisco accedió a su petición", dice el comunicado.

Van Looy tiene 80 años y, por lo tanto, no sería elegible para entrar en un cónclave para elegir al próximo Papa después de que Francisco muera o renuncie. El cargo de cardenal para él es sobre todo honorífico.

Francisco anunció el mes pasado que nombraría a 21 nuevos cardenales, incluidos 16 menores de 80 años.