El opositor Peter Obi, del Partido Laborista, afirmó que una reconfiguración destruirá las pruebas de su caso tras haber perdido las elecciones presidenciales frente al candidato del partido gobernante, el Congreso de Todos los Progresistas (APC), Bola Tinubu.

La Comisión Electoral Nacional Independiente (INEC) solicitó al tribunal una orden para reconfigurar su Sistema Bimodal de Acreditación de Votantes (BVAS) que utiliza huellas dactilares y reconocimiento facial y que ya se utilizó para la votación presidencial de las elecciones a gobernador del 11 de marzo.

Obi y Atiku Abubakar, del Partido Democrático Popular, han afirmado que el resultado de las elecciones presidenciales fue fraudulento y prometieron impugnarlo ante los tribunales.

El juez Haruna Tsamani rechazó la petición del Partido Laborista y de Obi, diciendo que "equivaldrá a atarles (a la INEC) las manos para que no cumplan con sus obligaciones".

Los nigerianos volverán a las urnas el sábado para elegir a los gobernadores estatales de todo el país, dos semanas después de las disputadas elecciones presidenciales, con la atención puesta principalmente en la carrera por dirigir Lagos, el estado más rico del país.

Los observadores electorales de la Unión Europea, la Commonwealth y otros organismos informaron de una serie de problemas durante la votación y el recuento, incluidos fallos en los sistemas diseñados para evitar la manipulación de los votos.

En Nigeria, las elecciones suelen impugnarse ante el Tribunal de Apelación, que actúa como tribunal.

Ha habido numerosas impugnaciones legales del resultado de las pasadas elecciones presidenciales nigerianas, pero ninguna ha prosperado.