AB Volvo es un importante fabricante de material de transporte. Su actividad principal es la fabricación y venta de camiones, que representan el 66% de la facturación. Los camiones se comercializan bajo las marcas Volvo Trucks, Mack Trucks, Eicher, Dongfeng para China y Renault Truck, que la empresa adquirió a su homóloga francesa en 2010.
 
La división de camiones tiene importantes cuotas de mercado en todo el mundo (fuente: AB Volvo)
Las actividades restantes incluyen:
  • Vehículos de construcción (21% de los ingresos) para los sectores de la construcción y la minería. Se venden bajo las marcas Lingong, Volvo Construction Equipment y Rokbak, y el grupo tiene posiciones fuertes en Europa y Asia. 
  • Los autobuses, bajo las marcas Volvo Buses y Prévost, representan sólo el 4% de las ventas. Es el negocio menos rentable del grupo, con un margen de EBITDA del 1,9%, frente al 10,9% de los camiones y el 13,2% de los vehículos de construcción. 
  • Volvo Penta, la división de motores navales del grupo, la actividad más rentable (14% de margen EBITDA), representa el 4% de las ventas. 
  • Por último, la división de servicios financieros se ocupa principalmente de seguros de vehículos y asistencia en préstamos.

AB Volvo es un fabricante presente en muchas partes del mundo, con ingresos procedentes principalmente de Europa (40,4%) y Norteamérica (29%). Asia (13,6%) y Sudamérica (10,9%) son también mercados importantes, mientras que África y Oceanía representan una parte marginal de sus ingresos (6,1%). Una ventaja clave de AB Volvo es su capacidad para internalizar una gran parte de su producción, garantizando así un alto grado de independencia de sus proveedores. Esto es especialmente cierto en el caso de los camiones.

Una gran parte de la producción se realiza internamente (Fuente: AB Volvo)


A lo largo de los años, AB Volvo ha experimentado una importante transformación bajo la dirección de Martin Lundstedt. Centrándose más en los márgenes que en los volúmenes, ha aplicado una política de reducción de costes que ha dado sus frutos. En 2015, el año en que asumió el cargo, el margen neto era de solo el 0,7 %, pero aumentó rápidamente al 4,8 % al año siguiente. Esta tendencia de crecimiento de la rentabilidad ha continuado, alcanzando el 8% en 2019. Sin embargo, 2020 estuvo marcado por una fase de normalización debido al descenso del comercio internacional relacionado con la pandemia de Covid-19. A pesar de ello, los ingresos aumentaron un 27,2% el año pasado, lo que refleja la capacidad del grupo para aumentar los precios. La fuerte generación de beneficios ha permitido a Volvo AB acumular un saldo de caja cercano a los 70.000 millones de coronas suecas, lo que refleja la fortaleza de su balance.

 
Por término medio, los fabricantes de equipos de transporte tienen valoraciones más altas que los fabricantes de automóviles. Paccar es la empresa mejor valorada porque sus negocios de cabrestantes industriales y piezas de recambio le proporcionan una excelente rentabilidad. AB Volvo, aunque es más rentable que sus competidores Daimler e Iveco, sigue teniendo una prima modesta. La gran diversificación del grupo y la escasa rentabilidad de su negocio de autobuses explican que la valoración de los beneficios no supere las 10 veces.

Cómo se compara AB Volvo con sus principales competidores en el año 2023 (fuente: MarketScreener)

No cabe duda de que las finanzas de AB Volvo son sólidas gracias a una estrategia rigurosa. Sin embargo, debemos tener cuidado de no sobreinterpretar el periodo Covid-19, que ha transcurrido sin sobresaltos gracias al poder de fijación de precios otorgado a los fabricantes por las diversas escaseces. En una configuración sectorial normal, los fabricantes sufren caídas de márgenes cuando baja su facturación, es mecánico. Durante los dos años de la pandemia, ocurrió lo contrario: los márgenes aumentaron con una fuerte caída del volumen de negocios. Se trata de una situación excepcional. Todo el sector sigue beneficiándose de ello, como demuestran los resultados del primer trimestre del ejercicio en curso, que han vuelto a superar las expectativas.

Sin embargo, las expectativas a medio plazo reflejan el carácter cíclico del negocio. Los analistas que siguen el valor, que representan un panel de más de diez profesionales, prevén un pico de facturación y resultados este año. El ejercicio 2024 se prevé a la baja, dadas las perspectivas de ralentización de la economía. El consenso es de un repunte en 2025, pero no hasta los márgenes de 2023. Al mismo tiempo, la trayectoria de generación de flujo de caja libre debería seguir siendo ascendente. Se espera que el (Free Cash Flow FCF) alcance los 38.600 millones de SEK en 2025, lo que sitúa el valor de la empresa en 11,6 veces el beneficio en efectivo para entonces.

Al igual que otros fabricantes de automóviles, AB Volvo se enfrenta a incertidumbres que limitan la visibilidad, incluida la transición a los vehículos eléctricos, que representa una gran convulsión para el sector. A pesar de ello, la valoración actual es atractiva dados los fundamentales, la solidez del negocio y los objetivos fijados por los analistas para 2025.