El supervisor bursátil español mantuvo el martes la suspensión de negociación de las acciones de Abengoa al mantenerse las circunstancias que provocaron esta situación a mediados de julio.

"A día de hoy la compañía sigue sin formular las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2019, que en consecuencia no han sido todavía auditadas. Adicionalmente, por la información publicada, se encuentra en situación de patrimonio negativo, y por lo tanto en causa de disolución", dijo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en una nota de prensa.

El regulador recuerda que el grupo se declaró la semana en preconcurso de acreedores por segunda vez en su historia, una decisión que le concederá tres meses para negociar un acuerdo de reestructuración de deuda vital para su supervivencia.

"Las circunstancias que afectan a Abengoa S.A. siguen impidiendo que la negociación de sus acciones pueda tener lugar con normalidad y de forma que los inversores puedan formarse un juicio fundado sobre su valor real y sobre las posibilidades de que la compañía supere la fase en que está inmersa", señaló la CNMV.

Abengoa dijo la semana pasada que el preconcurso afecta exclusivamente a la sociedad individual Abengoa SA y no a los amplios acuerdos de reestructuración de deuda firmados a principios de mes para esquivar una vez más la quiebra.

Dos semanas antes, el atribulado grupo de ingeniería para el sector de energía renovable anunció una compleja operación en la que participaron organismos estatales, bancos acreedores, inversores y proveedores, con algunos flecos aún por cerrar.

La nueva crisis de Abengoa se ha desencadenado en el contexto de la pandemia de coronavirus, que ha reducido sus ingresos al mermar los proyectos de sus clientes y complicar las cadenas de suministro, sumándose todo ello a los problemas derivados de inversiones poco rentables y una elevada deuda.

Al cierre de 2019, Abengoa tenía una deuda financiera bruta de casi 6.000 millones de euros.

Abengoa evitó protagonizar la mayor quiebra corporativa de la historia de España en 2016, después de que su dirección llegara a un acuerdo para refinanciar deuda por 9.000 millones de euros, en un proceso que otorgó a los acreedores el control de la empresa.

(Información de Jose Elías Rodríguez; Editado por Emma Pinedo)