SÍDNEY/JERUSALÉN/MONTREAL, 14 dic (Reuters) - De Air Canada a la china CDB Aviation de China, las aerolíneas y las empresas de arrendamiento de aeronaves se apresuran a convertir permanentemente los viejos aviones de pasajeros en cargueros, apostando por un auge del comercio electrónico a medida que el valor de los aviones usados se desploma en medio de la pandemia.

Esto ha creado una enorme oportunidad para las empresas que se dedican a transformar aviones de pasajeros en cargueros (P2F, por sus siglas en inglés), entre ellas Singapore Technologies (ST) Engineering Ltd, Israel Aerospace Industries (IAI) y la empresa estadounidense Aeronautical Engineers Inc.

La consultora del sector de aviación Cirium espera que el número de conversiones P2F a nivel mundial aumente en un 36% hasta llegar a 90 aviones en 2021, y a 109 aviones en 2022.

"Estimamos que la mayoría de los huecos están vendidos para el 2021 y al menos el 40% para el 2022", dijo el jefe de análisis de mercado de Cirium, Chris Seymour. "Hay un aumento en los programas de nueva generación, en particular el 737-800 (de Boeing) y el A321 (de Airbus), así como el A330, aunque los tipos más antiguos como el 767 siguen teniendo una fuerte demanda, impulsada en los últimos años por la construcción de flota propia de Amazon".

El valor de mercado de los aviones de 15 años de edad ha caído entre un 20% y un 47% desde el comienzo del año, dependiendo del modelo, según la consultora Ishka, lo que hace más atractivas la transformación a cargueros.

Air Canada está buscando convertir varios de sus Boeing Co 767, el ruso S7 Group va a adquirir sus primeros cargueros convertidos 737-800 del arrendador GECAS, y el arrendador CDB Aviation ha ordenado dos conversiones del Airbus SE A330 a EFW, una sociedad conjunta de ST Engineering con Airbus.

Las conversiones P2F son un paso más allá de las transformaciones temporales más baratas que muchas aerolíneas han implementado durante la pandemia, que eliminan los asientos de pasajeros para transportar más carga.

Las conversiones permanentes son una apuesta financiera a que la demanda de carga aérea, que era débil antes de la pandemia de COVID-19, se mantendrá fuerte en los próximos años a medida que aumente el comercio electrónico. La industria de las aerolíneas estima que hasta 2024 el tráfico de pasajeros no recuperará los niveles de 2019.

Sin embargo, los mercados del transporte de mercancías son notoriamente volátiles y se han visto acosados por prolongadas crisis; y la escasez puede convertirse rápidamente en exceso de capacidad, advierten los analistas.

Normalmente, alrededor de la mitad de la carga mundial se transporta en las bodegas los aviones de pasajeros, pero el golpe a la demanda ha hecho que el mundo dependa más de los cargueros dedicados.

"En el año 2020 se ha registrado una utilización récord de aviones de carga, y nuestra opinión es que la pandemia ha acelerado el cambio estructural a largo plazo hacia una mayor demanda de comercio electrónico", dijo el consejero delegado de CDB Aviation, Patrick Hannigan.

Boeing dijo que los rendimientos de los cargueros habían aumentado en un 40% hasta septiembre debido a las interrupciones en el transporte de pasajeros relacionadas con la pandemia, y prevé que más del 60% de las entregas de cargueros en los próximos 20 años serán conversiones en lugar de nuevos cargueros de fuselaje ancho como el 777. Los cargueros de fuselaje estrecho son casi todos convertidos.

El auge de las conversiones también está ayudando a los grupos de mantenimiento, reparación y revisión de los aviones a compensar parte del negocio perdido por la disminución de los vuelos de pasajeros.

Tales transformaciones generalmente cuestan millones de dólares además del coste de la aeronave y llevan de tres a cuatro meses, dijo el presidente de ST Engineering Aerospace, Jeffrey Lam.

Su compañía está aumentando la capacidad y tiene planes para convertir al menos 18 aviones A321 el próximo año, llegando a alrededor de 25-30 transformaciones anuales en el futuro desde cifras de un solo dígito este año.

(Información de Jamie Freed, Ari Rabinovitch y Allison Lampert; editado por Gerry Doyle, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)