Boeing ha visto cómo la demanda de clientes del 737 MAX se recuperaba con brío después de que dos accidentes y la pandemia del COVID-19 azotaran la industria aeronáutica. El consejero delegado Dave Calhoun dijo en octubre que Boeing ha "mitigado estos momentos existenciales".

Se espera que Boeing registre un aumento de sus ingresos en el cuarto trimestre hasta los 20.380 millones de dólares, frente a los 14.790 millones del mismo trimestre del año anterior, con unos beneficios de 26 céntimos por acción, según datos de Refinitiv.

Sin embargo, los analistas advierten de que Boeing aún se enfrenta a grandes riesgos para aumentar la producción de aviones, ya que la recuperación de la cadena de suministro y los requisitos normativos adicionales podrían retrasar los calendarios.

"No se trata de una simple historia de recuperación de la producción", dijo el analista de Aerodynamic Advisory Richard Aboulafia, que señaló la acumulación de Boeing de cientos de aviones 737 y 787 no entregados que están almacenados.

Boeing planea aumentar la producción de su emblemática familia 737 MAX de aviones de fuselaje estrecho, que constituyen la mayor parte del volumen de ventas de la compañía, de 31 aviones al mes a unos 50 para 2025. Los ejecutivos señalaron anteriormente los cuellos de botella en la cadena de suministro como el principal motor del retraso en la producción del 737 MAX, y los inversores estarán atentos a los detalles sobre cuántos aviones se espera fabricar y entregar este año.

Los inversores también buscarán que Boeing aclare por qué está tardando tanto en entregar los aviones MAX que están almacenados. La Administración Federal de Aviación todavía está inspeccionando individualmente cada MAX antes de que pueda ser entregado.

"Parece que eso no está progresando tan rápido como les gustaría", dijo el analista de Vertical Research Robert Stallard.

El programa 787 Dreamliner, que reinició las entregas en agosto tras una pausa de 11 meses, se enfrenta a preguntas similares sobre su previsto aumento a 10 aviones de fuselaje ancho al mes para 2025.

Boeing pretende aumentar gradualmente la producción del 787 hasta cinco al mes, pero ralentizó la producción tras un retraso de piezas en diciembre, según informó Reuters anteriormente.

Con el fin de recibir la aprobación de la FAA para reiniciar las entregas del 787, Boeing acordó adaptar los aviones para cumplir los requisitos de certificación y someterlos a las inspecciones de la FAA antes de su entrega. Los inversores pueden preguntarse si esos requisitos podrían generar costes adicionales.

Boeing entregó 480 aviones en 2022, por detrás de los 661 de su rival Airbus. Ambos fabricantes de aviones quedaron por debajo de las expectativas de los analistas.

En los tres primeros trimestres de 2022, Boeing acumuló unos 4.400 millones de dólares en pérdidas en programas de defensa, con elevados costes de fabricación y escasez de mano de obra. Los inversores se muestran escépticos de que Boeing pueda mantenerse en costes y plazos en ese negocio.