En la ocasión del regreso de Jack Ma a China, Alibaba desveló su estrategia: dividir el pastel en seis partes para reflejar mejor el valor del grupo (y también reducir su participación, para recuperar el favor de sus dirigentes). A modo de recordatorio, el grupo nació hace 24 años, emplea nada menos que a 240.000 personas y opera en multitud de sectores, desde la alimentación hasta la computación en nube.

Así que ahora estarán el mercado chino, el comercio electrónico internacional, la nube, los servicios locales, la logística y el entretenimiento. El grupo original conservará la propiedad de la unidad china de comercio electrónico, que es la que genera más beneficios.

Un conglomerado ampliamente "debilitado" debería tranquilizar a los burócratas de Pekín. Las entidades que aumentarán su valor de forma independiente también deberían atraer a los inversores, ya que la competencia aumenta en todos los negocios de la empresa. De hecho, nada más anunciarse el cisma, la cotización de las acciones de Alibaba se disparó un 14%.

Cada unidad tendrá un director general y un consejo de administración independientes, y gran parte de ellas deberían aspirar a cotizar en bolsa. Esto debería dar por fin un respiro a Jack Ma, ya que él y otros importantes ejecutivos chinos han estado cristalizando la presión reguladora y la ira de los partidos.

Alibaba, que también ha anunciado que está reduciendo sus inversiones en otras empresas internacionales y continuando con su recompra de acciones, decidirá entonces si mantiene o no participaciones en las nuevas empresas resultantes de la escisión.

Alibaba: ¿Divide y vencerás?
Dibujo de Amandine Victor para MarketScreener