Los precios del petróleo registraron pocos cambios en el comercio asiático el viernes, pero se encaminaban a una cuarta semana consecutiva de ganancias y se mantenían cerca de sus niveles más altos desde finales de abril por las esperanzas de una fuerte demanda de combustible en verano y algunas preocupaciones sobre la oferta.

Los futuros del crudo Brent, que han subido un 7% en las últimas cuatro semanas, retrocedían 2 centavos hasta los 87,41 dólares el barril a las 0143 GMT.

Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI), que han subido un 9% en las últimas cuatro semanas, avanzaban a 83,97 dólares, 9 centavos más que al cierre del miércoles. Con el mercado estadounidense cerrado por la festividad del 4 de julio el jueves, las operaciones fueron escasas y no hubo liquidación para el WTI.

El petróleo subió esta semana por las expectativas de una fuerte demanda estival en Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo del mundo.

"El sentimiento del mercado se ha visto respaldado esta semana por los fuertes indicadores de movilidad y la intensificación de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio", afirmaron los analistas de ANZ Research en una nota el viernes.

La Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) informó de una reducción masiva de 12,2 millones de barriles en los inventarios la semana pasada, frente a las expectativas de los analistas de una reducción de 700.000 barriles.

Los datos estadounidenses del miércoles mostraron que las solicitudes de subsidios de desempleo por primera vez en EE.UU. aumentaron la semana pasada, mientras que las cifras del paro también subieron, lo que según los analistas podría acelerar los recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y apoyar a los mercados del petróleo.

Por el lado de la oferta, Reuters informó el jueves de que los productores de petróleo rusos Rosneft y Lukoil recortarán drásticamente las exportaciones de petróleo desde el puerto del Mar Negro de Novorossiisk en julio.

Mientras tanto, Saudi Aramco, de Arabia Saudí, recortó el precio del emblemático crudo Arab Light que venderá a Asia en agosto a 1,80 dólares el barril por encima de la media de Omán/Dubai, lo que subraya la presión a la que se enfrentan los productores de la OPEP a medida que aumenta la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP.

Los operadores también estaban pendientes de la guerra en Gaza y de las elecciones en Francia y el Reino Unido, según los analistas. (Reportaje de Sudarshan Varadhan; Edición de Sonali Paul)