Boom de la inteligencia artificial o no, ¿justifican 160 millones de dólares en ventas adicionales un repentino aumento de valoración de 75.000 millones? Los vendedores en corto tentados de dar una respuesta clara a esta pregunta quizá hayan olvidado reflexionar sobre la sabiduría de Keynes, que nos recordó que los mercados pueden permanecer irracionales más tiempo del que los inversores pueden permanecer solventes...

El extraordinario salto de la capitalización bursátil de Arm Holdings se debe sin duda tanto a su manía por la inteligencia artificial como al número extremadamente reducido de acciones en circulación. Softbank controla nueve décimas partes del capital, una cuarta parte del cual se mantiene a través del Vision Fund, gestionado por Softbank, pero con dinero procedente principalmente de fondos soberanos saudíes y emiratíes.

El fabricante de chips, con sede en Cambridge, cuenta con un modelo de negocio muy lucrativo, basado en royalties, ya que su tecnología está integrada en prácticamente todos los teléfonos móviles. Pero este mercado ha tocado techo en los últimos años, de modo que, antes del auge de la IA, las oportunidades de crecimiento parecían limitadas.

Sin duda, sería un ejercicio útil señalar que, en el momento de su salida a bolsa -muy parcial-, Masayoshi Son fijó el precio de la acción en unos 50 dólares. El precio de la acción de Masayoshi Son, fijado en torno a los 50 dólares, no dejó de suscitar algunos sarcasmos entre los observadores; el caprichoso empresario estaba confundiendo sus sueños con la realidad, se podía leer y oír aquí y allá.

Es cierto que la valoración que pedía Son era inferior a aquella a la que el Vision Fund había adquirido sus acciones en nombre de los fondos soberanos del Golfo. Tanto Softbank como los fondos soberanos del Golfo deben estar rezando para que continúe la meteórica subida de la acción. Si es así, es muy probable que se deshagan de sus acciones en masa en cuanto expire su periodo de bloqueo a mediados de marzo...

Gracias a este movimiento, Son ha conseguido al menos que olvidemos el desastre de WeWork, que costó a Softbank unas pérdidas en seco de 16.000 millones de dólares. Su jugada de póquer con esta OPV fragmentada de Arm Holdings demuestra que tiene más de un as en la manga. Por otro lado, quienes alaban su talento como visionario harían bien, sin duda, en recordar que el japonés se perdió la ganancia de su vida cuando vendió su posición de 3.000 millones de dólares en Nvidia en 2019....

Véase también nuestro artículo de junio, SoftBank Corp.: Todo sobre la osadía.

Clasificaciónes Surperformance de Arm Holdings: