La enajenación propuesta tendría un impacto positivo neto de tesorería de 10000 millones de euros, con la transferencia de 1900 millones de euros en pasivos del balance. Esto llevaría a un valor de empresa de 2.000 millones de euros. En términos sencillos, el vendedor está vendiendo una gran cantidad de deuda a cambio de una pequeña cantidad de efectivo. Eviden se presenta como un líder pure-play en los mercados de transformación digital, big data y ciberseguridad. Esta es la entidad que seguirá cotizando en París, con su nuevo nombre: Atos SE se convertirá en Eviden SE tras la transacción.

Eviden opera en 50 países. Sus ventas en 2022 ascendieron a 5.300 millones de euros. En el primer semestre de 2023, el crecimiento orgánico alcanzó el 7%, con un margen operativo del 5,3%, un nivel muy bajo para el sector. La relación entre pedidos recibidos y ventas fue favorable en el segundo trimestre, con un 119%. La empresa aspira a un crecimiento medio anual de las ventas del 7% en el periodo 2022-2026, con un margen de explotación en torno al 12% en 2026. Queda, pues, mucho trabajo por hacer para dar la vuelta a un grupo traumatizado.

Una colecta masiva de fondos en perspectiva

Sin embargo, la reorientación y la venta no bastan para alcanzar las ambiciones de Eviden. La dirección quiere vender otros 400 millones de euros de activos y tiene previsto proponer a sus accionistas una ampliación de capital de 900 millones de euros (capitalización de Atos/Eviden antes de la apertura el 1 de agosto: 1.048 millones de euros). De estos 900 millones de euros, 180 se reservarían al fondo EPEI, lo que le daría un 7,5% del capital. El fondo se ha comprometido a pagar 20 euros por acción (el precio de la acción es de 9,448 euros), lo que Atos/Eviden ha presentado como una muestra de confianza y que sigue siendo su mejor manera de conseguir que los accionistas acepten la píldora dilusiva.

Unos resultados bursátiles desastrosos

Un historial desastroso

Tras la cesión de TFCo, la ampliación de capital y las cesiones, Atos/Eviden espera poder generar un flujo de caja positivo. El ratio deuda neta/EBITDA debería bajar de 4 veces a finales de 2023 a 3 veces a finales de 2024, y luego a 2 veces a finales de 2025. Si todo va según lo previsto. La reacción inicial ha sido positiva, y las acciones de Atos han subido un 8,5%.