Sin embargo, Xuan Changneng, vicegobernador del Banco Popular de China (PBOC), reiteró la línea que mantiene desde hace tiempo de que la política monetaria será adecuada y no adoptará la forma de un estímulo "similar a una inundación", en comentarios realizados en una conferencia de prensa en Pekín.

La repentina decisión de Pekín de abandonar el mes pasado su política de "cero-COVID" ha provocado la mejora de las perspectivas económicas por parte de los analistas y un salto en los mercados financieros chinos, pero las empresas han tenido problemas con el aumento de las infecciones en sus líneas de producción, lo que sugiere una recuperación accidentada a corto plazo.

La actividad de las fábricas en China se contrajo por tercer mes consecutivo en diciembre, y al ritmo más brusco en casi tres años, según la última lectura del índice oficial de directores de compras (PMI) de la Oficina Nacional de Estadísticas.

La confianza del mercado se ha resentido en los últimos meses, con una fuerte contracción del sector inmobiliario del país, que representa una cuarta parte de la economía, lo que ha agravado las tensiones provocadas por la propagación del COVID.

El PBOC también dijo el viernes que tomará medidas para mejorar los flujos de caja de los promotores inmobiliarios de alta calidad, en los últimos movimientos oficiales para que el sector vuelva a tener una base más estable.

Zou Lan, jefe del departamento de política monetaria, dijo que el central pondrá en marcha nuevas herramientas de política estructural para apoyar el mercado inmobiliario.

Los economistas confían en que la confianza de los consumidores se recupere con la reapertura de China, y que la demanda reprimida impulse un repunte de las importaciones en particular. Sin embargo, el PBOC espera que la inflación se mantenga moderada durante 2023, y Zou añadió que China debería protegerse de la inflación importada.

Los funcionarios del PBOC también indicaron que la prolongada represión del sector tecnológico podría reducirse aún más, y el banco prometió que apoyará el desarrollo de las empresas de plataformas en línea una vez que hayan resuelto algunos pequeños problemas. La represión fue uno de los factores que provocaron una fuerte venta de acciones tecnológicas chinas por parte de los inversores locales y extranjeros.