Gran Bretaña abrió nuevos caminos en materia de regulación con su Régimen de Altos Directivos y Certificación (SM&CR), que se aplica a los banqueros de alto nivel y a los funcionarios de aseguradoras y gestoras de activos.

El régimen siguió a la indignación pública en la crisis financiera de 2007-09 por los rescates de los prestamistas por parte de los contribuyentes, en los que se castigó a pocos individuos.

"En general, el Gobierno entiende que existe un amplio apoyo a los principios y objetivos que sustentan el régimen", dice la consulta.

"Sin embargo, las empresas que operan dentro del régimen han planteado al Gobierno algunas preocupaciones sobre determinados aspectos del régimen".

Los banqueros afirman que el SM&CR es demasiado burocrático y que los reguladores tardan demasiado tiempo en investigar las contrataciones de altos cargos, pero el ministro de la City, Andrew Griffith, ya ha señalado que no habrá un retroceso radical de las normas.

La consulta pregunta qué impacto creen los funcionarios del sector financiero que tienen las normas en la competitividad de Gran Bretaña como centro financiero mundial, y qué lecciones se pueden aprender de otros países que han introducido regímenes de responsabilidad similares.

"El Gobierno también reconoce que unas normas estrictas de regulación y de conducta individual son la base del éxito de larga data del Reino Unido como centro financiero mundial", afirma el texto.