El presidente de BASF, Martin Brudermueller, afirmó que se está revisando la política del mayor fabricante mundial de productos químicos y plásticos por ventas de aumentar los dividendos cada año y su objetivo a largo plazo de aumentar los beneficios básicos ajustados entre un 3% y un 5% anual.

El jefe de finanzas, Hans-Ulrich Engel, advirtió que BASF podría tener que hacer más reducciones de valor, similares a la reducción de 800 millones de euros (724,6 millones de libras) que el grupo energético alemán Wintershall DEA hizo pública este mes, en los próximos dos trimestres.

"Existe un riesgo considerable de que tanto la recuperación económica como el desarrollo general del negocio a medio y largo plazo sean más lentos de lo que veíamos antes de la corona pandémica", dijo el director general en una llamada con periodistas.

BASF, que está recortando 6.000 puestos de trabajo, dijo que no podía predecir las ventas y los beneficios de 2020 debido a la incertidumbre económica, después de haber publicado los resultados detallados del segundo trimestre a principios de este mes.

BASF limitó sus predicciones a decir que el beneficio operativo antes de elementos especiales en el tercer trimestre no mejoraría significativamente en el segundo trimestre, citando el habitual parón veraniego y la menor demanda estacional de productos agrícolas.

BASF informó de que el beneficio operativo del segundo trimestre antes de partidas especiales cayó un 77%, hasta los 226 millones de euros.

La industria automovilística, el mayor grupo de clientes de BASF, experimentó un desplome de la demanda entre abril y junio, mientras que los ingredientes para productos domésticos proporcionaron cierta estabilidad, según la empresa.

La producción de productos químicos, utilizada por BASF como indicador de la demanda, se encuentra en "una recuperación en forma de V" en China, donde el mercado del automóvil volvió a crecer un 10% en el segundo trimestre, pero las perspectivas para Norteamérica y Europa siguen siendo inciertas, dijo.