HAMBURGO (dpa-AFX) - Alrededor de 300 empleados de Wintershall Dea protestaron el martes en Hamburgo contra las consecuencias del programa de reducción de costes previsto en la empresa de petróleo y gas, según el sindicato IG BCE. Exigieron "un plan social justo" para los empleados afectados por la pérdida de puestos de trabajo.

"La empresa está interfiriendo masivamente en el futuro de los empleados", declaró Günther Prien, presidente del comité de empresa del grupo, según el comunicado. "Esperamos que nuestros propietarios, en primer lugar BASF como accionista mayoritario y, por lo tanto, el propietario que trajo el negocio ruso de alto riesgo a esta fusión en 2019, nos compensen adecuadamente por la pérdida de nuestros empleos, porque aquí en el sitio de Hamburgo no tenemos ninguna responsabilidad por las decisiones fatales."

Wintershall Dea planea recortar cientos de puestos de trabajo con un enfoque en Alemania. En todo el mundo se suprimirán unos 500 puestos de trabajo, en Alemania se verán afectados unos 300, según había anunciado la empresa en septiembre. Su responsable, Mario Mehren, justificó la medida por las consecuencias de la guerra de agresión rusa a Ucrania. Con la retirada de Rusia, la empresa había perdido la mitad de su producción y el 60% de sus reservas. Los costes de producción habían aumentado un 35%. Además, los costes administrativos son un 50% superiores a los de la competencia.

La planta de Hamburgo, entre otras, se ve afectada por la supresión de puestos de trabajo. Allí se trasladarán unos 100 puestos de trabajo a Kassel, donde estará en el futuro la única sede administrativa del grupo. El sindicato teme que estén en peligro incluso más de 350 puestos de trabajo en Hamburgo. Este mismo verano, Wintershall Dea se había trasladado a un nuevo edificio de oficinas en la Hafencity con unos 500 empleados de Hamburgo.

"Estamos trabajando en muchos frentes para conseguir las mejores condiciones para los empleados", aseguró Jan Koltze, líder del distrito de Hamburgo del Sindicato de Trabajadores de la Minería, la Química y la Energía (IG Bergbau, Chemie, Energie, BCE). "Tengo la impresión de que se trata de una empresa que se está acicalando para su venta", añadió. "Pero, en primer lugar, son los trabajadores los que van a salir perjudicados. Debemos intentar evitarlo". /kf/DP/ngu