BMW dijo el viernes que planeaba invertir 20.000 millones de yuanes (2.760 millones de dólares) adicionales en su base de producción de Shenyang, en China, en una señal del "compromiso inquebrantable del fabricante de automóviles premium con el mercado chino".

La suma, que eleva la inversión total en la planta a unos 105.000 millones de yuanes, permitirá la producción de la línea Neue Klasse exclusiva para vehículos eléctricos, un esfuerzo multimillonario para saltar la brecha tecnológica con sus competidores, a partir de 2026, añadió.

"Es un compromiso que no sólo señala nuestro éxito en China en las últimas tres décadas, sino que también expresa nuestra confianza para los próximos años", dijo el CEO Oliver Zipse en un comunicado.

La noticia se produce apenas dos semanas después de que Zipse y otros ejecutivos empresariales acompañaran al canciller alemán, Olaf Scholz, en una visita de tres días a China.

Berlín camina por la cuerda floja en lo que respecta a China, buscando consolidarse e incluso expandirse, en algunos sectores, en la segunda mayor economía del mundo, al tiempo que reduce la exposición al riesgo.

Los fabricantes de automóviles alemanes acudieron en masa al Salón del Automóvil de Pekín de esta semana, el mayor del país, en su lucha por mantenerse a la cabeza de las tendencias de consumo en su mayor mercado, donde la feroz competencia local se ha convertido en un gran quebradero de cabeza. (1 $ = 7,2465 yuanes chinos renminbi) (Reportaje de Isabel Demetz; Redacción de Sarah Marsh; Edición de Christoph Steitz y Louise Heavens)