Un panel de la cabina se desprendió en pleno vuelo de un nuevo avión Boeing 737 MAX 9 operado por Alaska Airlines, lo que provocó la inmovilización del modelo y la realización de inspecciones por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense.

El incidente se produjo tras el despegue de Portland, Oregón, en ruta hacia Ontario, California, obligando a los pilotos a dar media vuelta y aterrizar sin novedad con los 171 pasajeros y seis tripulantes a bordo.

Después de dejar en tierra los tres aviones operados por Lion Air el 6 de enero y de inspeccionarlos posteriormente, el ministerio de transportes indonesio dijo que les había permitido volver a volar desde el 11 de enero.

Lion Air dijo en un comunicado que los aviones tenían configuraciones diferentes a las del avión de Alaska Airline.

El ministerio de transportes dijo que los aviones de Lion Air tenían una "puerta de salida de emergencia tipo II en mitad de la cabina" mientras que el avión de Alaska Airlines tenía un "tapón de puerta de salida en mitad de la cabina".