CollPlant Biotechnologies Ltd., junto con Ramot, la empresa de transferencia de tecnología de la Universidad de Tel Aviv, y Sheba Medical Cente, han anunciado la firma de un acuerdo de licencia e investigación para el desarrollo conjunto de un modelo de tejido "Gut-on-a-Chip" para el descubrimiento de fármacos y el cribado de alto rendimiento de los mismos. El modelo está destinado a utilizarse en aplicaciones de medicina personal para el tratamiento de la colitis ulcerosa, una enfermedad intestinal inflamatoria que afecta a millones de individuos en todo el mundo. La plataforma "intestino en chip" in vitro combina el colágeno recombinante humano de CollPlant (rhCollagen) con otros biomateriales propios y células humanas.

Diseñado para emular el tejido del intestino humano, el modelo bioimpreso en 3D permitirá a los profesionales de la medicina identificar las dianas de los medicamentos y las respuestas terapéuticas personalizadas que pueden conducir a la mejora de los resultados de los pacientes. La colaboración aprovecha la experiencia de CollPlant en la bioimpresión 3D de alta precisión y las biotintas a base de colágeno para la biofabricación escalable y reproducible de tejidos humanos, con la plataforma "inteligente" Organ-on-a-Chip de la Universidad de Tel Aviv y las capacidades del Centro Médico Sheba en la detección de tratamientos avanzados. El codesarrollo está dirigido por el Dr. Ben Maoz de la Universidad de Tel Aviv, que completó su beca posdoctoral bajo la supervisión de los profesores Don Ingber y Kit Parker en el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard, la Dra. Yael Haberman de la unidad de Gastroenterología Pediátrica del Centro Médico Sheba, y el equipo de científicos e ingenieros de CollPlant.

Según los términos del acuerdo, CollPlant financiará el desarrollo del modelo de intestino y recibirá una licencia comercial y de fabricación exclusiva, y la Universidad de Tel Aviv y Sheba recibirán los royalties de venta de CollPlant. La colitis ulcerosa se caracteriza por una inflamación crónica y un curso clínico con recaídas y remisiones que requiere un tratamiento de por vida. Los pacientes responden de forma diferente o no responden a las terapias, lo que da lugar a la exposición de los pacientes a medicamentos injustificados y al retraso de la instauración de un tratamiento eficaz.