(MT Newswires) -- El CEO de Eli Lilly, Dave Ricks, afirma que el GLP-1 es un invento importante con potencial para mejorar la vida de muchas personas y que Lilly lleva mucho tiempo trabajando en este campo, ya que lanzó el primer medicamento con GLP-1 en 2005. Aunque el aparente éxito del GLP-1 es reciente, es el resultado de 20 años de trabajo e innovación. Señala que desarrollar verdaderos avances médicos requiere tiempo y energía, y que las enfermedades metabólicas y el cáncer son mucho más complejas de combatir que los patógenos virales, como el COVID.

Lilly descubrió que dosis más elevadas de fármacos concebidos inicialmente para controlar los niveles de azúcar en sangre también podían provocar una considerable pérdida de peso. Además, la combinación de dos proteínas de la familia de la incretina, GLP-1 y GIP (esta última afecta al metabolismo de las grasas), mostró una pérdida de peso aún mayor en ratones, al tiempo que mitigaba ciertos efectos secundarios como las náuseas.

Tras los prometedores resultados de 2016, Lilly aceleró el desarrollo y la producción de estos fármacos. Sin embargo, la demanda es enorme y la oferta limitada. Para 2022, Lilly y Novo habrán producido suficientes fármacos para unos 12 millones de personas, muy lejos de los mil millones de obesos que señala la OMS. Lilly está trabajando para aumentar su capacidad de producción mediante la construcción de nuevas instalaciones de fabricación, pero la complejidad de la fabricación de proteínas limita la capacidad de producción.

Ricks afirma que Lilly está trabajando en una forma oral sólida del fármaco que es potencialmente más fácil de producir en grandes cantidades. Este avance no sólo podría satisfacer la demanda en EE.UU., sino en todo el mundo.

Por último, habla de la campaña de Lilly para desestigmatizar la obesidad, que a menudo se percibe como una falta de fuerza de voluntad, pero que en realidad es una enfermedad grave asociada a múltiples problemas de salud.

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