Enel, la mayor compañía eléctrica italiana, no tiene prisa por vender activos, según declaró el miércoles a los analistas su nuevo consejero delegado, Flavio Cattaneo, después de que la empresa superara las expectativas del mercado en cuanto a beneficios básicos e ingresos netos en el primer semestre.

En su primera comparecencia

desde su nombramiento

al frente del grupo en mayo, Cattaneo dijo que creía que el grupo reduciría su deuda neta según lo previsto, incluso con un enfoque selectivo.

"Nuestra intención es continuar con el plan de enajenación, pero no a cualquier precio", dijo Cattaneo, añadiendo que los resultados de una revisión del gasto que había iniciado tras su nombramiento ya habían mostrado efectos positivos.

"La nueva dirección ha puesto en marcha rápidamente acciones para mejorar aún más la asignación de capital (...) y simplificar la estructura del grupo a través de un enfoque geográfico en seis países principales", dijo en un comunicado.

Estas acciones, junto con los resultados obtenidos en el periodo, fueron la base para confirmar tanto las previsiones para 2023 como el compromiso de pagar un dividendo de 0,43 euros por acción para el ejercicio en curso.

La deuda neta se situó en 62.200 millones de euros a finales de junio, frente a los 60.100 millones de euros de finales de diciembre.

Cattaneo, antiguo responsable del grupo de telecomunicaciones Telecom Italia y del operador de redes eléctricas Terna, sucedió al hasta ahora consejero delegado Francesco Starace en una reorganización de la dirección orquestada por el Tesoro italiano, que es el mayor accionista individual de Enel.

El cambio en la dirección creó cierto descontento entre los accionistas extranjeros de Enel, que reclamaron un proceso de nombramiento más transparente e inclusivo.

El nuevo Consejero Delegado y el también recién nombrado Director Financiero, Stefano De Angelis, dijeron que informarían más ampliamente a los inversores sobre la estrategia del grupo en una jornada de mercados de capitales a finales de noviembre.

En el primer semestre, Enel registró un aumento del 29% en los beneficios ordinarios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) hasta los 10.700 millones de euros, por encima del consenso de los analistas de 10.300 millones de euros, gracias a la recuperación de sus actividades minoristas y al crecimiento de su producción renovable.

Teniendo en cuenta los acuerdos de venta ya firmados pero aún no finalizados, entre ellos

la venta

del 50% de su negocio griego de renovables anunciada el miércoles, la deuda neta descendió a 57.000 millones de euros.

"Todo parece positivo, lo que unido a lo que parece que será el mantenimiento de la política de dividendos es un buen comienzo que debería reconfirmarse el 23 de noviembre en el día de mercado de capitales de Enel", afirmaron los analistas del Royal Bank of Canada en un informe. (1 dólar = 0,9026 euros) (Reportaje de Francesca Landini Edición de Keith Weir)