La operación, anunciada el año pasado, forma parte de los esfuerzos del grupo por recortar su deuda y racionalizar su presencia en el extranjero.

En virtud del acuerdo, Enel se desprende de toda su cartera geotérmica en Estados Unidos junto con una serie de pequeñas plantas solares, por una capacidad total de 150 megavatios (MW).

Se espera que la medida tenga un efecto positivo por valor de unos 250 millones de euros (274 millones de dólares) en la deuda neta consolidada de Enel, pero afectará negativamente, en unos 30 millones de euros, a los ingresos netos declarados del grupo, según informó éste en un comunicado.

No tendrá ningún impacto en los resultados económicos ordinarios de la empresa eléctrica, añadió.

La capacidad renovable consolidada de Enel tras la operación asciende a unos 9,7 gigavatios (GW) en Norteamérica.

Al presentar la estrategia actualizada del grupo, el nuevo consejero delegado de Enel, Flavio Cattaneo, dijo en noviembre que el promotor de renovables abandonaría un plan para desarrollar una amplia red de puntos de recarga de coches eléctricos, mientras que seguiría adelante con la idea de construir una fábrica de paneles solares en Estados Unidos.

(1 dólar = 0,9135 euros)