Aunque el hidrógeno es ampliamente promocionado como un combustible del futuro con cero emisiones de carbono, requiere un aporte energético intensivo, con energías renovables para producir "hidrógeno verde". Los críticos afirman que las emisiones del hidrógeno derivado del lignito duplican las del gas natural.

El proyecto de 500 millones de dólares australianos (364 millones de dólares), dirigido por KHI y respaldado por los gobiernos de Japón y Australia en un esfuerzo por reducir las emisiones de carbono, debía enviar su primer cargamento hace un año, pero se retrasó por la pandemia de COVID-19.

La empresa Electric Power Development (J-Power), encargada de producir el hidrógeno del proyecto, dijo que ha probado el uso de biomasa con carbón para ayudar a compensar las emisiones de CO2, mientras que pretende implementar la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) en el futuro para fabricar un hidrógeno completamente libre de CO2.

El buque cisterna Suiso Frontier, construido por KHI, salió de Australia este año el 25 de enero y llegó a Kobe, al oeste de Japón, un mes después, dijo el consorcio, añadiendo que había descargado su carga de hidrógeno a finales de febrero.

"La demostración, que abarcó desde la producción y el transporte hasta la carga y el almacenamiento, demostró que se han sentado las bases tecnológicas para el futuro uso del hidrógeno como fuente de energía, del mismo modo que el gas natural licuado (GNL)", declaró a la prensa Motohiko Nishimura, director ejecutivo de KHI.

KHI pretende replicar su éxito como gran productor de buques de GNL con el hidrógeno, que Japón considera fundamental para descarbonizar las industrias que dependen del carbón, el gas y el petróleo y para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, mientras que Australia aspira a convertirse en un gran exportador de este combustible.

"Los equipos e instalaciones que pueden funcionar de forma segura son también una tecnología que cambia el juego para el negocio de la energía limpia", dijo Nishimura de KHI.

Además de KHI y J-Power, el consorcio incluye la unidad japonesa de Shell, Iwatani Corp, Marubeni, Eneos Holdings y Kawasaki Kisen Kaisha.

Los socios no revelaron la estructura de costes del proyecto, y dijeron que su objetivo era demostrar la viabilidad y la seguridad. KHI dijo que pretende construir un buque de hidrógeno mucho más grande a mediados de la década de 2020 y comercializar el negocio a principios de la década de 2030.

(1 dólar = 1,3727 dólares australianos)