La coalición belga de siete partidos lleva meses debatiendo el tema. Los Verdes insisten en que se respete una ley de 2003 que establece la salida de la energía nuclear para 2025, pero los liberales francófonos son partidarios de prolongar la vida de los dos reactores más nuevos.

Las dos centrales nucleares belgas, con siete reactores en total, son explotadas por la empresa francesa Engie y representan casi la mitad de la producción eléctrica del país.

Los ministros llegaron a un compromiso en diciembre por el que la última central nuclear existente debía cerrar en 2025 siempre que no provocara una escasez de suministro energético.

La Agencia Federal de Control Nuclear dijo en un informe para el gobierno que sería necesario actualizar las instalaciones para prolongar la vida de los reactores Tihange 3 y Doel 4 y que el gobierno debería ordenar el inicio de la planificación para ello a finales de enero.

La prórroga debería ser de al menos 10 años, dijo el organismo de control.

El gobierno ha dicho que tomará una decisión clara a mediados de marzo, tras la orientación del operador de la red eléctrica Elia, sobre si el abandono de la energía nuclear en Bélgica amenazaría el suministro energético.

El primer ministro, Alexander De Croo, ha dicho que es posible que algunos reactores nucleares sigan funcionando durante más tiempo, pero añadió que esto era "muy improbable".

La salida nuclear prevista comenzará con el cierre de un reactor el 1 de octubre de 2022. El desmantelamiento, que incluye la retirada de todos los materiales radiactivos y la demolición de los edificios, deberá estar terminado en 2045.