La sueca Fastpartner dispone de suficiente liquidez para hacer frente a los vencimientos de deuda durante más de 30 meses, según ha declarado después de que Moody's recortara la calificación crediticia del grupo inmobiliario a la categoría de "basura".

La elevada deuda, la subida de los tipos de interés y una economía marchita han producido un cóctel tóxico para las empresas inmobiliarias comerciales suecas, con algunas rebajadas a "basura" por las agencias de calificación. El gigante arrendador SBB se encuentra en el centro de la espiral.

Las preocupaciones sobre el sector están pesando sobre la divisa, mientras los inversores se preguntan si Suecia es la primera ficha de dominó que cae en Europa. Moody's anunció a última hora del viernes que rebajaría la calificación de Fastpartner, propietaria principalmente de inmuebles comerciales, a Ba1 desde el grado de inversión Baa3. Fastpartner dijo en una declaración separada que había reforzado recientemente su estabilidad financiera ampliando las condiciones de los préstamos bancarios existentes y los acuerdos de líneas de crédito rápido.

"La implicación de estas medidas es que disponemos de liquidez para hacer frente a todos los vencimientos de deuda durante un periodo superior a 30 meses", declaró el consejero delegado y propietario mayoritario, Sven-Olof Johansson.

"A la luz de esto y de la proporción relativamente baja de préstamos de bonos pendientes de la empresa, la rebaja de la calificación crediticia tiene una importancia marginal para las operaciones cotidianas de la empresa", afirmó.

Suecia y Alemania se encuentran entre los países más afectados por la creciente caída del sector inmobiliario en el continente, según Eurostat.