Sun Cable, con sede en Singapur, planea suministrar energía solar desde Australia a Singapur y, finalmente, a Indonesia a través del cable submarino de alta tensión más largo del mundo, unido a un parque solar de 17-20 gigavatios, así como a una instalación de almacenamiento de energía de hasta 42 GWh en el Territorio del Norte de Australia.

Cannon-Brookes, cofundador del fabricante de software de gestión de proyectos Atlassian e inversor en Sun Cable desde 2019, dijo estar "encantado" de asumir el cargo en la empresa, que aún no ha puesto la primera piedra del cable submarino previsto de 4.500 km (2.800 millas).

"Australia puede y debe ser líder mundial en exportaciones de energía limpia. Sun Cable está a la vanguardia para hacer de Australia una superpotencia de las energías renovables", declaró Cannon-Brookes en un comunicado.

El director ejecutivo de Sun Cable, David Griffin, destacó la experiencia de Cannon-Brookes en "la rápida creación de empresas a escala mundial".

El proyecto, respaldado también por el magnate del mineral de hierro y fundador de Fortescue Metals, Andrew Forrest, recibió en junio la calificación de "listo para la inversión" por parte de Infrastructure Australia, un organismo independiente encargado de evaluar los proyectos de infraestructuras.

Está previsto que la construcción comience en 2024 y que la explotación plena se inicie en 2029.

La captación de capital para el proyecto está en marcha después de que Sun Cable nombrara en julio a Macquarie Capital, Moelis & Co y MA Financial Group como asesores financieros, con el objetivo de concluir a principios de 2024.

El activismo medioambiental de Cannon-Brookes está causando sensación en el mundo empresarial australiano, más recientemente por su intento, a principios de este año, de comprar AGL, el mayor generador de electricidad de Australia, y acelerar una década el cierre de las centrales eléctricas de carbón de AGL.

(1 dólar = 1,5567 dólares australianos)