"La reducción para 2022 es 100% atribuible a los cierres en China", dijo el fabricante de vehículos eléctricos en un comunicado.

Los bloqueos de COVID-19 en China han provocado interrupciones en la cadena de suministro de semiconductores y componentes ampliamente utilizados en los vehículos eléctricos, perjudicando la capacidad de las empresas para producirlos.

Polestar dijo que, junto con sus socios Volvo Cars y Geely Automobile Holdings, sigue gestionando los retos de la cadena de suministro como lo hizo en 2021, cuando entregó unos 29.000 vehículos.

Polestar dijo que había introducido un segundo turno en su fábrica y que planea recuperar parte de la pérdida de producción más adelante en el año. La empresa añadió que confía en alcanzar su objetivo de entregas a partir de 2023.

La empresa sueca dijo que sus ventas de vehículos se duplicaron con creces hasta alcanzar unos 13.600 y los pedidos se triplicaron con creces hasta alcanzar unos 23.000 en los primeros cuatro meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2021.

"Cualquier efecto económico a corto y medio plazo no ha hecho mella en nuestro objetivo de vender 290.000 coches en 2025, 10 veces más de lo que vendimos en 2021", dijo el director general de Polestar, Thomas Ingenlath.

Polestar, fundada por la china Geely y Volvo Cars, se fusionará este año con la sociedad de adquisiciones con fines especiales (SPAC) Gores Guggenheim Inc.

La empresa de alquiler de coches Hertz Global Holdings dijo en abril que compraría hasta 65.000 vehículos eléctricos de Polestar en cinco años.