La producción a pleno rendimiento, conocida como Hito C, en el programa de aviones de combate avanzados significa la finalización de las pruebas operativas, lo que permite al jefe de adquisiciones del Pentágono aprobar la producción "a pleno rendimiento".

Alcanzar la producción a pleno ritmo podría traducirse en un aumento de la financiación, ya sea a través de la financiación del progreso o de mayores cifras de producción de aviones, lo que beneficiaría a Lockheed Martin, el contratista principal del F-35.

"Esta decisión -respaldada por mis colegas del Departamento- pone de manifiesto a los Servicios, a los Socios del Programa Cooperativo del F-35 y a los clientes de Ventas Militares al Extranjero que el F-35 es estable y ágil, y que todos los requisitos estatutarios y reglamentarios se han abordado adecuadamente", declaró el subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Mantenimiento, William A. LaPlante.

Sin embargo, sigue sin resolverse una cuestión pendiente sobre la actualización tecnológica del TR-3, lo que supone potencialmente un último obstáculo para que Lockheed Martin obtenga el importe íntegro que cobra por cada jet vendido.

El programa ya ha entregado más de 990 jets F-35 a diversos clientes, entre ellos el ejército estadounidense, socios internacionales y ventas militares al extranjero.