Las autoridades dijeron que los misiles mataron al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, mientras estaba en un balcón de su casa en el centro de Kabul, Afganistán, durante el fin de semana, en el mayor golpe a los militantes desde que Osama bin Laden fue asesinado en 2011.

Un alto funcionario de la administración dijo a los periodistas que se dispararon dos misiles Hellfire desde un vehículo aéreo no tripulado contra Zawahiri. Los funcionarios estadounidenses dijeron que nadie más murió o resultó herido en el ataque.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que la CIA fue responsable del ataque. La agencia declinó hacer comentarios.

Los misiles Hellfire, fabricados en su mayoría por Lockheed Martin, son municiones guiadas de precisión para ataques aire-tierra que normalmente causan daños significativos, derribando edificios enteros y matando o hiriendo gravemente a cualquiera que esté cerca.

Las imágenes del ataque en las redes sociales apuntaban a las señas de identidad de un Hellfire modificado, llamado R9X, con seis aspas para dañar los objetivos, dijeron fuentes familiarizadas con el arma. Se dirige principalmente a objetivos individuales, como los militantes en Siria.

Las imágenes mostraban ventanas destruidas en el segundo piso mientras que la estructura de la casa permanecía intacta a pesar de haber sido alcanzada por los Hellfires.

Más de 29 entidades disponen de misiles Hellfire, pero es muy poco lo que se reconoce o se conoce públicamente sobre la versión modificada.

Los funcionarios creen que el R9X tiene menos probabilidades de causar víctimas civiles porque en lugar de explotar, el misil corta los objetivos con las afiladas hojas.

El MQ-9 Reaper, fabricado por General Atomics, es el único dron del que se sabe públicamente que lleva el misil Hellfire.

Una portavoz del Pentágono remitió una consulta sobre los misiles R9X al Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, que sería el principal comprador del misil y no tenía comentarios inmediatos.