LVMH, propietaria de la joyería de diamantes naturales Tiffany & Co., ha empezado a mostrar a sus clientes relojes y joyas con diamantes cultivados en laboratorio, poniendo a prueba el interés de los compradores de lujo por el uso de piedras artificiales en la gama más alta del mercado.

En citas privadas con clientes en su buque insignia parisino de la Rue de la Paix en las últimas semanas, la marca Fred de LVMH ha estado mostrando un nuevo juego de joyas de alta gama construido en torno a diamantes cultivados en laboratorio en un inusual tono azul -que pretende evocar el mar y reflejar las raíces náuticas del fundador- rodeándolos de diamantes naturales blancos.

Una de las piezas, un collar de 240.000 euros (255.000 dólares), luce el diamante sintético azul de medio quilate, un color cuyo desarrollo llevó años de investigación, según la etiqueta.

El martes, cuando se le preguntó si LVMH podría ampliar el uso de piedras artificiales en Tiffany, el jefe de finanzas Jean-Jacques Guiony dijo: "¿Es una tendencia a largo plazo que podríamos desarrollar en otros lugares? Es demasiado pronto para decirlo", señalando que las apuestas del grupo por las piedras artificiales deben "sopesarse y evaluarse cuidadosamente".

Dentro del extenso imperio del lujo, el director general de Tag Heuer, Frederic Arnault, uno de los cinco herederos de LVMH, dio los primeros pasos en el uso de diamantes cultivados en laboratorio, incorporándolos en algunos de los relojes más caros de la marca, incluido un reloj de 90.000 dólares con un diamante rosa cultivado en laboratorio de 1,3 quilates como corona, presentado a principios de este año.

El uso de diamantes artificiales en productos de lujo se produce mientras LVMH sigue centrada en la comercialización de diamantes naturales, especialmente en Tiffany, donde los esfuerzos están dirigidos por el hermano mayor de Frederic Arnault, Alexandre Arnault, jefe de producto y marketing.

La etiqueta, que se está introduciendo en China, hace hincapié en la procedencia de los diamantes del joyero estadounidense, que proceden de países como Australia, Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Canadá.

Los diamantes cultivados en laboratorio han ido ganando aceptación en Estados Unidos, donde marcas más baratas como Pandora y Signet han ido aumentando su oferta de piedras artificiales.

(1 dólar = 0,9420 euros) (Reportaje de Mimosa Spencer Edición de Mark Potter)