El impulso reformista del gobierno japonés a la industria de gestión de activos del país, valorada en 5 billones de dólares, ha desencadenado una serie de planes de acción de los principales grupos bancarios japoneses para reforzar su negocio de gestión de activos, largamente olvidado.

La gestión de activos ha surgido como un área de interés para los bancos este año, ya que el regulador financiero buscó su ayuda para sacudir la industria en línea con la promesa política de Japón de convertir los ahorros inactivos de los hogares en inversiones.

El negocio podría convertirse potencialmente en un importante centro de beneficios para los bancos si el fin de una deflación que ha durado décadas impulsa a los hogares a transferir su dinero de los depósitos bancarios a acciones, bonos y otros activos para protegerse contra la inflación.

"Nuestro objetivo es construir el negocio de gestión de activos como el cuarto pilar del grupo, después de la banca, la banca fiduciaria y los corredores de bolsa", declaró a Reuters en una entrevista Hironori Kamezawa, director ejecutivo de Mitsubishi UFJ Financial Group.

El principal grupo bancario de Japón pretende ahora duplicar la cantidad de activos bajo gestión hasta los 200 billones de yenes (1,4 billones de dólares) para marzo de 2030, afirmó. "Utilizaremos los recursos de todo el grupo para lograrlo".

Entre las medidas concretas figuran la contratación de gestores de activos y un mayor uso de otros negocios del grupo, como los préstamos para la financiación de proyectos, con el fin de diversificar los productos, afirmó Kamezawa.

ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Tras años de fracasar en su intento de provocar un cambio en los hábitos de inversión de los hogares, el gobierno japonés está reavivando de nuevo su esfuerzo, advirtiendo de que el dinero en efectivo que guardan los hogares carecería de valor en un entorno inflacionista.

El sector de la gestión de activos es fundamental para lograr esta política, pero al gobierno le preocupa que el sector, dominado por los afiliados a los grandes grupos financieros, no haya contado con suficientes recursos.

Mostrando su compromiso con el impulso reformista del gobierno, el segundo prestamista japonés, Sumitomo Mitsui Financial Group, reveló en septiembre un plan para trasladar a algunos banqueros del negocio de la negociación por cuenta propia al de la gestión de activos para ayudar a mejorar la gama de productos.

Sumitomo Mitsui Trust Bank, uno de los principales bancos fiduciarios de Japón, planea invertir 500.000 millones de yenes (3.480 millones de dólares) para ampliar su negocio de gestión de activos para 2030, incluyendo adquisiciones de firmas boutique de gestión de activos, según declaró Kazuya Oyama, director del banco, a Reuters en una entrevista.

El banco pretende crecer especialmente en los mercados de activos privados, incluidos el capital privado, el crédito privado y las infraestructuras, para permitir que una gama más amplia de clientes acceda a este tipo de activos ilíquidos en Japón, afirmó.

Del mismo modo, Mitsubishi UFJ, que recientemente compró la firma de crédito privado AlbaCore Capital, con sede en Londres, está buscando más oportunidades de fusiones y adquisiciones en los mercados de activos privados, dijo el director general Kamezawa.

La inversión en activos privados, que puede dar lugar a mayores rendimientos, "aún no ha arraigado en Japón", afirmó Oyama, de Sumitomo Mitsui Trust. "Queremos democratizar esta clase de activos para que, en última instancia, los inversores particulares puedan acceder a ellos y obtener rendimientos".

"No hubo problemas por mantener el dinero en depósitos bancarios durante las décadas de deflación", dijo Oyama. Sin embargo, con los signos emergentes de una inflación pegajosa, la gente tendría la sensación de urgencia de que tiene que invertir, añadió. "Creo que ésta es nuestra última oportunidad (para reactivar el sector)". (1 $ = 143,8800 yenes) (Reportaje de Makiko Yamazaki y Ritsuko Shimizu; Edición de Michael Perry y Christopher Cushing)