PLANEGG (dpa-AFX) - La empresa biotecnológica Morphosys redujo masivamente sus pérdidas el año pasado. Los analistas habían esperado un resultado significativamente peor. El grupo, especializado en nuevas terapias contra el cáncer, se benefició de las mayores ventas de su fármaco Monjuvi y del aumento de los ingresos por licencias en 2022. A cambio, los bávaros incurrieron en costes significativamente más bajos, tal y como anunció la empresa SDax el miércoles por la noche después del horario de negociación en Planegg, cerca de Múnich. En el nuevo año, sin embargo, los gastos podrían volver a aumentar algo. Al mismo tiempo, la junta directiva no descarta un descenso de los ingresos de Monjuvi en 2023, aunque esto ya se sabe desde principios de año. La cotización de la acción subió un 3,5% después de las horas de negociación en comparación con el cierre del Xetra.

El año pasado, la facturación del grupo aumentó un 55% hasta los 278,3 millones de euros en comparación con el año anterior. Como ya había anunciado el grupo, Monjuvi aportó 89,4 millones de dólares estadounidenses (84,9 millones de euros); el resto procedió principalmente de mayores cánones y derechos de licencia. Morphosys había firmado acuerdos de licencia con la empresa farmacéutica suiza Novartis y el grupo estadounidense Human Immunology Biosciences.

Morphosys consiguió reducir sus pérdidas de explotación en un 57%, hasta algo menos de 221 millones de euros. El aumento de casi un tercio de los costes de investigación y desarrollo se vio compensado por una reducción significativa de los gastos administrativos. Un año antes, el desarrollo de las estructuras de venta del medicamento contra el cáncer de la sangre Monjuvi había costado mucho dinero tras su lanzamiento al mercado.

Aunque el balance final para 2022 seguía siendo deficitario en unos buenos 151 millones de euros, Morphosys había registrado unas pérdidas de casi 515 millones de euros en 2021. En aquel momento, los números rojos se debían, entre otras cosas, a las elevadas amortizaciones de los proyectos de investigación interrumpidos de la adquisición Constellation Pharmaceuticals. En 2022, por el contrario, Morphosys se benefició de los ingresos procedentes de la reducción de pasivos financieros de cooperaciones, de modo que en el último trimestre, en contra de las expectativas del mercado, se obtuvo un beneficio.

Desde la costosa adquisición del especialista estadounidense en cáncer, Morphosys atraviesa momentos difíciles. Actualmente, los bávaros están poniendo todos los huevos en la misma cesta y esperan un gran avance de un medicamento contra el cáncer adquirido a Constellation, que, sin embargo, sigue en fase de investigación. Los resultados de un estudio pionero sobre el pelabresib en pacientes con el raro cáncer de médula ósea mielofibrosis no se esperan hasta principios de 2024.

Al mismo tiempo, la situación de la terapia contra el cáncer Monjuvi sigue siendo tensa. Para 2023, los bávaros esperan, en el peor de los casos, un descenso de las ventas a 80 millones de dólares y, en el mejor, un aumento a 95 millones. Morphosys prevé las ventas en dólares, ya que los ingresos se generan principalmente en el mercado estadounidense.

Para ahorrar costes, la empresa va a interrumpir sus programas de investigación preclínica. Como consecuencia, se suprimirán unos 70 puestos de trabajo en la sede de la empresa, tal y como anunció Morphosys a principios de marzo. No obstante, el grupo prevé unos costes de investigación y desarrollo, así como de administración y ventas, de hasta 460 millones de euros para el año - en 2022, el conjunto de estas partidas aún se había reducido en casi un tercio, hasta los 450 millones de euros.

El informe del año pasado es el último del que ha sido corresponsable el director financiero saliente, Sung Lee. El directivo, que empezó en 2019, dejará la empresa a finales de esta semana por motivos personales. La víspera, Morphosys había anunciado que su sucesora Lucinda Crabtree ocuparía su puesto en la empresa de SDax a más tardar en el tercer trimestre./tav/jsl/jha/