La cifra es ligeramente inferior a los 47.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas registradas en el primer semestre de 2022, pero superior a la media de 10 años de 34.000 millones de dólares, según Munich Re, la mayor reaseguradora del mundo.

Incluyendo las pérdidas no aseguradas, la cifra ascendió a 110.000 millones de dólares en la primera mitad del año, también significativamente por encima de la media de 10 años.

El terremoto de Turquía y Siria, en el que murieron unas 58.000 personas, fue el que más contribuyó a las pérdidas aseguradas y no aseguradas del primer semestre, con 40.000 millones de dólares.

Una serie de fuertes tormentas en EE.UU. trajo consigo tornados destructivos y granizadas que provocaron 35.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas y no aseguradas, según Munich Re.

Aunque el patrón meteorológico de El Niño está contribuyendo al aumento de las temperaturas, Rauch afirmó que "la tendencia global hacia temperaturas más altas del agua y del aire está impulsada predominantemente por el cambio climático, con el consiguiente aumento de las catástrofes meteorológicas y de las cargas financieras".