Las condiciones empresariales de Australia se suavizaron bruscamente en mayo, mermadas por unos aumentos más lentos de las ventas y el empleo, lo que sugiere que el crecimiento de la demanda se está moderando tras la campaña de endurecimiento más agresiva del banco central en su historia moderna.

La encuesta del National Australia Bank Ltd (NAB) publicada el martes mostró que su índice de las condiciones empresariales cayó siete puntos considerables hasta +8 en mayo, pero se mantuvieron justo por encima de la media a largo plazo.

La volátil medida de la confianza volvió a sumergirse en territorio negativo, cayendo a -4 desde el 0 de abril, mostrando que el número de empresas pesimistas superó al de las optimistas.

La medida de ventas de la encuesta descendió 8 puntos hasta +14 en mayo, el índice de empleo cayó 7 puntos hasta +4, y los pedidos a plazo, un importante indicador de la demanda, cayeron hasta -5 en mayo.

"Con la aceleración de la relajación de las condiciones empresariales y la fuerte caída de los pedidos a plazo, existe un riesgo creciente de que los intentos del Banco de la Reserva de Australia de mantener una quilla uniforme 'encallen'", declaró el economista jefe del NAB, Alan Oster.

"La tendencia de los próximos meses será importante, ya que el RBA intenta evaluar si ha hecho lo suficiente y si las presiones inflacionistas subyacentes se están relajando de forma oportuna".

En una señal preocupante para el Banco de la Reserva de Australia, la encuesta apuntaba a la persistencia de las presiones sobre los precios, con la medida de los costes laborales repuntando hasta una tasa trimestral del 2,2%, desde el 1,9% del mes anterior, y los costes de compra acelerándose hasta el 2,5% desde el 2,2%.

El Banco de la Reserva de Australia sorprendió a los mercados la semana pasada al subir el tipo de interés efectivo otro cuarto de punto, con lo que el total de subidas asciende a la friolera de 400 puntos básicos desde mayo del año pasado, y advirtió de que podrían ser necesarias más subidas de tipos para controlar la inflación.

Los mercados han pasado a valorar el riesgo de dos subidas más hasta el 4,6%, al tiempo que consideran que los tipos se mantendrán en ese nivel durante el resto del año.