Cleveland-Cliffs Inc intentó convencer el mes pasado a U.S. Steel Corp de que su oferta de adquisición en efectivo y acciones valía 1.400 millones de dólares más que una oferta ganadora totalmente en efectivo de Nippon Steel Corp, según mostró el miércoles una presentación regulatoria.

Nippon Steel se impuso a Cleveland-Cliffs en el proceso de venta de U.S. Steel con una oferta de 14.100 millones de dólares que se anunció el 18 de diciembre. El precio de la operación de 55 dólares por acción representaba una prima de la friolera del 142% con respecto al 11 de agosto, el último día de cotización antes de que Cleveland-Cliffs desvelara una oferta de 35 dólares por acción por U.S. Steel.

U.S. Steel reveló en la presentación que en el proceso de subasta que siguió, una parte denominada "Compañía D" elevó su oferta en efectivo y acciones a 54 dólares por acción y también proyectó que las sinergias entre las dos compañías aportarían 6,50 dólares adicionales por acción en valor a los accionistas de U.S. Steel.

Company D es una referencia a Cleveland-Cliffs, dijeron personas familiarizadas con el asunto. El fabricante de acero no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

La presentación arroja luz por primera vez sobre las deliberaciones del consejo de U.S Steel que le llevaron a declarar superior la oferta de Nippon Steel.

Demuestra que a U.S. Steel le preocupaba que una combinación con Cleveland-Cliffs corriera el riesgo de ser rechazada por los reguladores antimonopolio porque consolidaría masivamente el suministro de acero a los fabricantes de automóviles estadounidenses y pondría hasta el 95% de la producción de mineral de hierro de Estados Unidos bajo el control de una sola empresa.

Para agravar esos temores, en octubre una asociación de fabricantes de automóviles envió una carta a los legisladores estadounidenses advirtiendo de que una venta de U.S. Steel a Cleveland-Cliffs podría elevar los costes de los materiales y ralentizar la adopción de vehículos eléctricos, según el expediente.

Para compensar ese riesgo, Cleveland-Cliffs accedió a una petición de U.S. Steel de pagarle una comisión de ruptura de 1.500 millones de dólares en caso de que los reguladores antimonopolio bloquearan el acuerdo, según muestra la presentación.

Sin embargo, Cleveland-Cliffs se comprometió a desprenderse de activos por valor de hasta 2.000 millones de dólares en ingresos para asegurar la autorización antimonopolio, mucho menos que la petición de U.S. Steel de aceptar desinversiones por valor de hasta 7.000 millones de dólares en ingresos, según la presentación. Los compromisos sindicales de U.S. Steel también complicarían la venta de instalaciones individuales para asegurar la autorización antimonopolio, añadió la presentación.

La dependencia de Cleveland-Cliffs de la emisión de acciones para pagar la mitad de su oferta también fue considerada un riesgo por U.S. Steel, porque requeriría el voto de los accionistas de Cleveland-Cliffs. Los accionistas de Nippon no tienen derecho a votar sobre el acuerdo porque la oferta de la empresa es totalmente en efectivo.

GARANTÍAS DE NIPPON STEEL

Sin duda, el expediente muestra que U.S. Steel también tenía algunas dudas sobre la capacidad de Nippon Steel para conseguir la autorización reglamentaria. Éstas no se referían al riesgo antimonopolio, sino al escrutinio del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS), que revisa los acuerdos en busca de posibles riesgos para la seguridad nacional.

Nippon Steel abordó estas preocupaciones comprometiéndose a realizar "todas las acciones necesarias" para obtener la autorización del CFIUS y a pagar a U.S. Steel una comisión de ruptura de 565 millones de dólares si no lo conseguía, según la presentación. Los asesores de U.S. Steel también consideraron que era improbable que Nippon Steel -que tiene su sede en Japón, un aliado clave de Estados Unidos- planteara cuestiones al CFIUS que no pudieran resolverse, según muestra la presentación.

La Casa Blanca ha dicho que la propuesta de adquisición de U.S. Steel por parte de Nippon Steel merece un "serio escrutinio", después de que algunos legisladores estadounidenses dijeran que el acuerdo amenaza el suministro de acero y los puestos de trabajo en Estados Unidos.

Nippon Steel ha intentado disipar esos temores, prometiendo respetar los convenios colectivos y mantener la sede de U.S. Steel en Pittsburgh. También ha dicho que no espera que el acuerdo provoque ninguna pérdida de puestos de trabajo.

El compromiso de Cleveland-Cliffs de preservar los puestos de trabajo en U.S. Steel le valió el respaldo del sindicato United Steelworkers. La presentación del miércoles no proporcionó detalles sobre cómo Cleveland-Cliffs habría aportado 6,50 dólares de valor a través de las sinergias del acuerdo al tiempo que cumplía sus compromisos con los puestos de trabajo.

Cleveland-Cliffs indicó el mes pasado que había aceptado el resultado del proceso de venta, deseando "suerte" a U.S. Steel para completar el acuerdo con Nippon Steel. (Reportaje de Greg Roumeliotis en Nueva York; Edición de Stephen Coates)