Nuvve Holding Corp. ha anunciado sus planes de formar una empresa conjunta con 2021.AI Aps (2021.AI) para integrar su plataforma de inteligencia artificial (IA), Grace, en la plataforma GIVe (Grid Integrated Vehicle) V2G de Nuvve. La empresa conjunta – que se llamará Astrea AITM – aprovechará la amplia experiencia en e-movilidad y energía de Nuvve y la probada plataforma de IA de 2021.AI para ampliar y optimizar los servicios ofrecidos por la tecnología V2G de Nuvve. 2021.AI ha desarrollado una plataforma que gestiona todo el ciclo de vida del desarrollo y el funcionamiento de la IA, incluyendo sólidas funciones de seguridad, privacidad y gobernanza. La integración con el software de Nuvve permitirá realizar modelos de previsión y optimización para los sectores de la e-movilidad y la energía a través de la IA, el aprendizaje profundo, el aprendizaje automático y las redes neuronales. Esto permitirá a Nuvve proporcionar un análisis robusto y predictivo y conocimientos energéticos tanto a los clientes de vehículos eléctricos como a los de servicios públicos. Un ejemplo de caso de uso que desarrollará Astrea AITM es el uso de modelos predictivos para predecir el comportamiento de un conductor de flota y comprender el nivel altamente específico de energía que necesita el VE de ese conductor para realizar sus tareas diarias de conducción. Basándose en esa previsión tan precisa, el sistema de Nuvve podrá proporcionar varios servicios de red durante períodos más largos y cargar hasta esas cantidades previstas. Esto ayudará a mejorar la eficiencia y el rendimiento de las flotas de vehículos eléctricos, al tiempo que contribuirá a aumentar los servicios de la red para incrementar la capacidad y la resistencia. Además del análisis avanzado de la flota, Astrea AITM ayudará a Nuvve a reforzar las estrategias de licitación para tener en cuenta las tarifas, la volatilidad y las necesidades de capacidad de la red. Esto tiene inmensos beneficios potenciales para todo el ecosistema energético, incluidos los municipios, las cooperativas de energía, las empresas de servicios públicos propiedad de inversores, los operadores de transmisión y los minoristas de energía, especialmente a medida que se introducen más y más vehículos eléctricos en la red, lo que provoca tensiones de capacidad.