La empresa canadiense Pembina Pipeline Corp no está considerando mucho la posibilidad de invertir en el oleoducto Trans Mountain (TMX), recientemente ampliado, debido a la incertidumbre en torno a los peajes de transporte, según declaró el viernes un ejecutivo de la compañía.

Pembina, con sede en Calgary, formó una asociación con una organización indígena, Western Indigenous Pipeline Group, en 2021 para tratar de comprar una participación en el oleoducto propiedad del gobierno canadiense, pero en los últimos meses ha restado importancia a la idea de invertir en el proyecto.

"Desde nuestro punto de vista, sigue existiendo una enorme incertidumbre en torno a ese activo", declaró Cameron Goldade, director financiero de Pembina, en una conferencia sobre resultados.

"Como oportunidad de inversión no es algo a lo que dediquemos mucho tiempo ahora mismo".

Ottawa ha dicho que iniciará un proceso de desinversión en Trans Mountain, que comenzó a funcionar comercialmente la semana pasada, a finales de este año. Muchos analistas prevén que el gobierno tendrá dificultades para recuperar su inversión.

Los cargadores del oleoducto argumentan que los peajes que se cobran por transportar el petróleo son demasiado elevados, después de que los costes de construcción se dispararan hasta los 34.000 millones de dólares canadienses (24.880 millones de dólares), más de cuatro veces el presupuesto original.

Los reguladores canadienses celebrarán audiencias este año para determinar los peajes definitivos.

TMX transportará 590.000 barriles diarios más de crudo desde las arenas bituminosas de Alberta hasta la costa oeste de Canadá y aumentará el acceso a los mercados de Asia y la costa oeste de Estados Unidos.

(1 dólar = 1,3666 dólares canadienses)