A largo plazo, es decir, en el decenio 2012-2022, las ventas pasan de 3.300 millones de euros a 8.500 millones, lo que supone una tasa de crecimiento anualizada del 9,9%. Los márgenes se amplían claramente y el beneficio neto se quintuplica, pasando de 70 millones de euros en 2012 a 353 millones en el último ejercicio.

El resultado neto es perfectamente conciliable con los flujos de tesorería durante todo el período examinado. Por lo tanto, puede utilizarse como una medida fiable de la capacidad de generación de ingresos del grupo, que autofinancia su crecimiento y ofrece un excelente rendimiento de sus inversiones de crecimiento. 

Tangible y evidente, la creación de valor no parece ser apreciada por el mercado. Aunque el beneficio por acción casi se ha duplicado en los últimos cinco años -de 1,3 a 2,3 euros-, el precio de la acción apenas ha variado, manteniéndose entre 50 y 60 euros.

A decir verdad, el gran optimismo de los inversores en aquel momento -motivado entre otras cosas por la salida de Kering, que sugería una posible adquisición del grupo por un tercero- no estaba ciertamente justificado. 

Siempre hay un riesgo en pagar x45 los beneficios de una empresa - una empresa en crecimiento, por supuesto, pero no del tipo que duplica su volumen de negocios cada tres o cuatro años ...

A x25 de beneficios en 2022, Puma parece tener ahora una valoración más justa. Hace unos meses, la salida por sorpresa de su carismático CEO, Bjørn Gulden, cazado furtivamente por Adidas, anunció la escritura de un nuevo capítulo: le tocaba a su sucesor Arne Freundt, promovido desde dentro, tomar la antorcha. 

Aparte del crecimiento continuado de las ventas, podemos ver un área importante de mejora para el rendimiento financiero del grupo: el aumento de los precios en Estados Unidos, donde Puma está desplegando actualmente su estrategia de crecimiento en torno a un posicionamiento de gama media - mientras que Adidas, por otro lado, se está posicionando en un segmento muy premium.

La empresa también tiene una modesta exposición a los mercados de Asia-Pacífico, que podrían ser un caldo de cultivo para una futura expansión. En conjunto, estos dos elementos apuntan a una próxima década para Puma que esperemos sea tan exitosa como la que acaba de terminar.