RedHill Biopharma Ltd. anunció que la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. (USPTO) había emitido un Aviso de Admisión para una nueva patente de opaganib[1] que cubre el tratamiento de inhibición de la esfingosina quinasa 2 para la enfermedad por el virus del Ébola, respaldando la protección de opaganib hasta octubre de 2035. La Compañía también anunció que la Oficina Europea de Patentes ha concedido a RHB-102 (BEKINDA)[2] una nueva patente, que cubre las formas farmacéuticas sólidas de liberación prolongada de ondansetrón para el tratamiento de los síntomas de náuseas, vómitos o diarrea. Se espera que esta nueva patente proporcione protección del RHB-102 en múltiples indicaciones hasta marzo de 2035. Acerca de RHB-102 (BEKINDA): El RHB-102 es una formulación patentada en forma de píldora oral de liberación bimodal una vez al día del fármaco antiemético ondansetrón, dirigido a varias indicaciones gastrointestinales.

El RHB-102 24 mg está destinado a proporcionar a los pacientes alivio de los síntomas de náuseas, vómitos y diarrea durante un periodo completo de 24 horas con un solo comprimido oral. Si la MHRA aprueba su comercialización, RHB-102 24 mg podría convertirse en el primer fármaco antiemético 5-HT3 oral de liberación prolongada durante 24 horas en el Reino Unido indicado para el tratamiento de las NVIQ/VNR. Los resultados positivos de dos exitosos estudios de fase avanzada de RHB-102 a dosis diferentes, el estudio U.UU., el estudio de fase III GUARD sobre gastroenteritis (RHB-102 24 mg) y el estudio de fase II IBS-D (RHB-102 12 mg) se publicaron en JAMA Network Open y The American Journal of Gastroenterology, respectivamente. El opaganib, un fármaco patentado en investigación dirigido al huésped y de acción potencialmente amplia, es un inhibidor selectivo de la esfingosina quinasa-2 (SPHK2) de administración oral, el primero de su clase, con actividad anticancerígena, antiinflamatoria y antivírica, dirigido a múltiples enfermedades potenciales, como el síndrome de radiación aguda gastrointestinal (GI-ARS), el COVID-19, otros virus como parte de la preparación para una pandemia y el colangiocarcinoma (cáncer de vías biliares).

Se cree que el opaganib actúa mediante la inhibición de múltiples vías, la inducción de la autofagia y la apoptosis, y la interrupción de la replicación vírica, a través de la inhibición simultánea de tres enzimas metabolizadoras de esfingolípidos en células humanas (SPHK2, DES1 y GCS). El opaganib fue seleccionado recientemente por el Programa de Contramedidas Nucleares y de Radiación (RNCP) del Gobierno de EE.UU., dirigido por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, para la línea de desarrollo de productos de contramedidas médicas nucleares como posible tratamiento del síndrome agudo de radiación (ARS). Como parte de esta colaboración, los contratistas dirigidos y apoyados por el RNCP llevarán a cabo estudios, diseñados en colaboración con RedHill, para probar el opaganib en modelos establecidos de ARS.

En un entorno de ARS, se cree que el opaganib ejerce sus efectos protectores a través de un mecanismo de acción antiinflamatorio que implica la elevación de la ceramida y la reducción de la esfingosina 1-fosfato (S1P) en las células humanas - suprimiendo el daño inflamatorio al tejido normal y suprimiendo así la toxicidad de la exposición a la radiación ionizante no intencionada. También se ha informado en la literatura de que la inhibición de la esfingosina quinasa 2 favorece la viabilidad y robustez de las células madre hematopoyéticas, incluso frente a los daños de la radiación, apoyando una mayor supervivencia. El opaganib ha recibido la designación de medicamento huérfano de la FDA para el tratamiento del colangiocarcinoma y se ha sometido a estudios en colangiocarcinoma avanzado (fase 2a) y cáncer de próstata.

Opaganib también cuenta con un protocolo de estudio de quimiorradioterapia de fase 1 listo para su presentación ante la FDA-IND. El opaganib ha demostrado actividad antivírica contra el SARS-CoV-2, múltiples variantes, y varios otros virus, como el de la gripe A. Al estar dirigido al huésped, y basándose en los datos acumulados hasta la fecha, se espera que el opaganib mantenga su efecto contra las variantes víricas emergentes. En los análisis preespecificados de los datos clínicos de fase 2/3 en pacientes hospitalizados con COVID-19 de moderada a grave, el opaganib oral demostró una mejor eliminación del ARN viral, un tiempo de recuperación más rápido y una reducción significativa de la mortalidad en subpoblaciones clave de pacientes frente al placebo, además del tratamiento estándar.

Los datos del estudio global de fase 2/3 con opaganib se han sometido a revisión por pares y se han publicado recientemente en medRxiv. El opaganib también ha mostrado resultados preclínicos positivos en la fibrosis renal y tiene potencial para múltiples indicaciones oncológicas, radioprotectoras, víricas, inflamatorias y gastrointestinales.