Alpine, la nueva marca de coches deportivos de Renault, desveló el jueves el A290, el primero de una nueva familia de deportivos eléctricos diseñados para elevar su perfil y aprovechar un mercado que se resiste a la actual desaceleración de los vehículos impulsados por baterías.

En el marco de su estrategia de cambio de rumbo presentada en 2021, el director general del Grupo Renault, Luca de Meo, ha convertido Alpine en una unidad de pleno derecho que agrupa todas las actividades deportivas del grupo Renault, con el fin de explotar al máximo las sinergias y desarrollar un "garaje de ensueño" de modelos deportivos exclusivos 100% eléctricos.

El objetivo es afianzarse en el mercado de los eléctricos premium, que aguanta el tirón de la actual ralentización de la demanda de vehículos impulsados por baterías: desde principios de año en la Unión Europea, los vehículos eléctricos se han mantenido estables en torno al 17% del mercado premium, mientras que pierden terreno en el conjunto del mercado automovilístico, cayendo a cerca del 12% de la cuota de mercado, frente a alrededor del 14% en 2023, según datos de S&P Global Mobility.

Del mercado total de vehículos eléctricos, el segmento premium representaba el 25,3% en 2023, y aumentará hasta el 29,3% a partir de 2024.

"El segmento premium, eléctrico o no, sigue resistiendo mejor", afirma Flavien Neuvy, responsable del Observatorio Cetelem. "El fin de las subvenciones en Alemania, por ejemplo, está penalizando al mercado eléctrico, pero el segmento premium se ve menos afectado porque los clientes que reciben más subvenciones tienen menos necesidad de ellas".

Las cadenas cinemáticas eléctricas también contribuyen a reducir las emisiones medias de CO2 en las gamas de vehículos especialmente expuestas a normativas más estrictas.

La gama alta deportiva está encarnada por nombres prestigiosos como Porsche, citado como referencia por Luca de Meo, Ferrari, de donde procede el actual director general de Alpine, y Aston Martin. Pero Alpine sigue siendo más asequible que estas tres marcas, y se enfrenta a competidores como Tesla, BMW, Mercedes y Audi (Grupo Volkswagen).

El catálogo de 2024 da un precio de partida de 65.000 euros para el A110, mientras que el nuevo A290 arrancará en 38.000 euros.

"Alpine debería permitir cubrir segmentos y mercados en los que las otras dos marcas del grupo, Renault y Dacia, no están presentes", explica Denis Schemoul, analista de S&P Global Mobility.

La prima eléctrica está abriendo otros apetitos, como los de Cadillac (General Motors).

OBJETIVO DE MARGEN DE DOS DÍGITOS

Actualmente confinada a un único modelo de gasolina, la berlinetta A110, desde el relanzamiento en 2017 de la marca, que ganó el título mundial de rally en 1973, Alpine pretende pasar de un segmento de nicho a una oferta global y completa para desempeñar un papel clave en la mejora de la rentabilidad del fabricante y en su expansión geográfica más allá de Europa.

La ambición es crear una auténtica familia de 7 modelos eléctricos para 2030: tras el A290, un coche urbano derivado del R5 y diseñado para atraer a un público más amplio, Alpine lanzará un crossover GT compacto el año que viene, y a finales de 2026 un nuevo A110 -eléctrico esta vez- sobre una plataforma APP específica. Le seguirán una versión cabriolet, un coupé deportivo de mayor tamaño, el A310, y dos coches aún más grandes para 2030.

El año pasado, Alpine sólo vendió 4.328 vehículos, la mayoría de ellos en Europa, pero espera salir de este bache ampliando su gama. Luca de Meo tiene como objetivo unas ventas de 2.000 millones de euros para la división en 2026 y de más de 8.000 millones de euros en 2030, la mitad de los cuales se generarán fuera de Europa, así como un margen operativo del 10% para entonces.

En particular, la marca espera conquistar Asia y Estados Unidos. Para lograrlo, cuenta con su presencia en la Fórmula Uno, aunque hasta ahora haya tenido una temporada difícil.

Además de los eléctricos puros, también está trabajando en un gran motor V6 de combustión de hidrógeno para posibles versiones especialmente deportivas o de alta gama.

Alpine, que ya es muy conocida en Japón, también ve potencial en Corea del Sur y China, un mercado en el que estima que podría alcanzar unas ventas de mil millones de euros a finales de la década.

UN EX-FERRARI A LA CABEZA

La marca, que aún está lejos de los 330.600 modelos 100% eléctricos vendidos el año pasado por BMW, los 222.600 de Mercedes y los 178.000 de Audi, según cifras recopiladas por la revista alemana Auto Zeitung, nombró hace menos de un año como nuevo director general a Philippe Krief, un experto en el desarrollo de gamas de coches deportivos y de alta gama que se curtió en Ferrari.

Alpine también presentará dos hipercoches en las 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia más importante del mundo, que este fin de semana celebra su 92ª edición y en la que se presentó en público el A290.

Fiel al pragmatismo del fundador de la marca, el piloto y diseñador Jean Rédélé, que en los años 50 transformó un simple Renault 4CV en un pequeño coche construido para las sinuosas carreteras de los Alpes, el A290 utiliza la arquitectura AMPR-Small y las líneas del nuevo R5, pero en modo sobrealimentado.

Y para los clientes que echen de menos el sonido estridente y petardeante de un motor de combustión deportivo, el coche, que saldrá a la venta a finales de año, ofrece la posibilidad de escuchar en el habitáculo una versión amortiguada del ruido de turbina característico de los coches eléctricos, gracias al trabajo realizado con el especialista francés en sonido de alta gama Devialet, con el fin de mejorar las sensaciones de conducción a alta velocidad.

(Informa Gilles Guillaume, con Ilona Wissenbach en Frankfurt, editado por Blandine Hénault)

por Gilles Guillaume