El fabricante francés de automóviles Renault está en conversaciones avanzadas con socios potenciales para extraer y reciclar el litio y otros metales de las baterías usadas de vehículos eléctricos, dijo un ejecutivo de la compañía, ya que busca reutilizar más de las materias primas estratégicas.

Si bien el reciclaje de piezas de automóvil es cada vez más habitual, Renault aspira a ser el primer fabricante de automóviles europeo en reciclar también las baterías a escala industrial.

"En Europa, actualmente... no hay nadie que pueda afirmar que recicla las baterías usadas en un circuito cerrado para reproducir el níquel, el cobalto y el litio con el fin de fabricar nuevas baterías", declaró Jean-Philippe Bahuaud, director general de "El Futuro es Neutro" (TFIN), la unidad de medio ambiente de Renault.

Las conversaciones con empresas especializadas que puedan asociarse en el reciclaje se encuentran en una fase "avanzada", afirmó en una entrevista previa a la conferencia ChangeNOW que se celebra esta semana en París.

La mayor parte de los metales utilizados en las baterías que alimentan los vehículos eléctricos se extraen y procesan fuera de Europa, y cada vez preocupa más la fuerte dependencia de la región de China para obtener estos materiales.

La recuperación de los metales, que representan hasta el 70% del coste de una batería, también puede suponer un importante ahorro de costes. Las baterías, a su vez, representan hasta el 40% del coste del vehículo.

La minera Eramet también planea construir una planta de reciclaje de baterías con la empresa de residuos Suez en el puerto de Dunkerque, al norte de Francia, que comenzará a funcionar el año que viene. Aún está pendiente la decisión final sobre la inversión.

Pionera en vehículos eléctricos con su socio Nissan la década pasada, Renault se ha visto superada por Tesla y varias marcas chinas.

Sin embargo, sus marcas Renault y Dacia siguen estando entre las primeras del mercado europeo de vehículos eléctricos.

En abril detendrá la producción de vehículos nuevos en su fábrica de Flins, al oeste de París, y se dedicará por completo a la producción de componentes de automóviles parcialmente reciclados y vehículos reacondicionados.

Bahuaud espera que Flins repare 9.000 baterías este año.

Renault vende las baterías y otras piezas reacondicionadas, como motores eléctricos y cargadores, con un descuento del 30% respecto a los productos nuevos.

El negocio TFIN tiene como objetivo unas ventas de 2.300 millones de euros (2.490 millones de dólares) y un margen operativo superior al 10% para 2030.

(1 dólar = 0,9227 euros) (Reportaje de Gilles Guillaume. Información adicional de Gus Trompiz. Redacción de Dominique Patton, Edición de Alexandra Hudson)