ExxonMobil dijo el mes pasado que abandonaría sus operaciones de petróleo y gas en Rusia, que había valorado en más de 4.000 millones de dólares, y que detendría nuevas inversiones debido a las sanciones impuestas a Rusia por Ucrania.

Con esta decisión, Exxon se retiraría de la gestión de las grandes instalaciones de producción de petróleo y gas en la isla de Sajalín, en el Lejano Oriente ruso, y pondría en duda el destino de una propuesta de instalación de GNL de miles de millones de dólares en ese lugar.

Exxon había planeado construir el proyecto de gas natural licuado (GNL) del Lejano Oriente, con una capacidad anual de más de 6 millones de toneladas, como parte del consorcio Sakhalin-1, dirigido por el gigante energético ruso Rosneft.

"El proyecto, que los estadounidenses -Exxon- habían anunciado en el puerto de De Kastri con la tubería de Sajalín, está congelado hasta nuevo aviso de ellos", dijo Interfax citando al gobernador de la región de Jabárovsk, Mijaíl Degtyaryov.

"¿Por qué se ha hecho? Estoy asombrado, esto es un tiro en el pie".

En Moscú, Exxon remitió a Reuters al anuncio de la empresa sobre su decisión de abandonar los negocios en Rusia el 1 de marzo.