SCHLEIFE (dpa-AFX) - Cientos de personas se manifestaron el domingo en Lusacia a favor de una pronta salida del lignito. "La energía de ayer destruye nuestro futuro" y "Amor por Lusacia - no por el carbón" estaban escritos en pancartas. "Hay que iniciar una retirada justa del carbón para que la región tenga las oportunidades que se merece", declaró la activista climática Luisa Neubauer a la Deutsche Presse-Agentur. Mantener las centrales eléctricas hasta 2038 no es constitucional a la vista del Acuerdo de París, afirmó.

Mientras que para la región minera de lignito de Renania se ha decidido la eliminación progresiva del carbón en 2030, la fecha de eliminación en el este sigue siendo 2038. Sin embargo, según el Ministerio Federal de Economía, también se está hablando de un final más temprano para las minas a cielo abierto del este de Alemania. Sin embargo, según la voluntad de los manifestantes del domingo, no debe haber más acuerdos, incluido el dinero de los contribuyentes, para las empresas del carbón.

Los manifestantes se reunieron en la estación de ferrocarril de Schleife a mediodía y marcharon hacia la mina a cielo abierto de Nochten. Exigieron la eliminación progresiva del carbón en todo el país para 2030 a más tardar, una expansión más rápida de las energías renovables, la preservación del pueblo de Mühlrose y un cambio estructural socialmente justo que incluya derechos de participación para la minoría soraba. Una alianza había convocado la manifestación, incluyendo a Viernes por el Futuro, BUND Sajonia, Greenpeace, la iniciativa "Alle Dorfer bleiben" (Todos los pueblos permanecen) y la representación de los sorabos Serbski Sejm. Por la tarde, la policía habló de unos 550 participantes, Viernes por el Futuro de más de 1000.

"Lusacia debe convertirse en una región modelo para las energías renovables", advirtió el presidente de BUND Sajonia, Felix Ekardt. Es necesaria una eliminación más rápida del lignito para cumplir el objetivo jurídicamente vinculante de 1,5 grados, afirmó. "La minería del lignito debe detenerse inmediatamente", exigió el activista Hagen Domaska al Serbski Sejm. Afirmó que había destruido 130 pueblos, envenenado y secado ríos y convertido prados y campos en escombros. "Mühlrose y el paisaje cultural amenazado por la minería a cielo abierto deben preservarse para las generaciones venideras."/hum/DP/mis