Según los operadores, las instalaciones de almacenamiento de gas estaban llenas al 96% a principios de diciembre, lo que supone un nivel superior a la media.
"Según nuestros análisis, la escasez de gas se produce con temperaturas extremadamente frías, como no hemos visto en Alemania desde hace varios años", declaró el director gerente de INES, Sebastian Heinermann.
"A pesar de las recientes bajas temperaturas y del consiguiente fuerte aumento del consumo de gas, es probable que superemos bien este invierno", añadió.
Aumentar el almacenamiento fue una de las respuestas clave de Alemania al hecho de quedar prácticamente aislada del gas ruso por gasoducto el año pasado, junto con la compra de más gas natural licuado (GNL) y el recorte del consumo, que el invierno pasado hizo bajar los precios respecto a los picos anteriores.
Los miembros de INES, entre los que se encuentran VNG Gasspeicher, Uniper y RWE, poseen el 25% de la capacidad de almacenamiento de gas de la Unión Europea. (Informe de Tom Kaeckenhoff Redacción de Miranda Murray)