Ryanair pronosticó el lunes un beneficio anual récord y prometió pagar a los inversores un dividendo regular por primera vez después de que las tarifas se dispararan un 24% durante la temporada de verano.

La mayor aerolínea europea por número de pasajeros dijo que espera un beneficio después de impuestos de entre 1.850 y 2.050 millones de euros para el año hasta finales de marzo, superando fácilmente su anterior récord de 1.450 millones de euros en 2018.

La pionera de bajo coste ganó 2.180 millones de euros en los seis meses hasta finales de septiembre, la primera mitad de su año fiscal, un 59% más que su anterior récord para el periodo, establecido el año pasado.

La aerolínea irlandesa ha estado aumentando su capacidad mucho más rápido que la mayoría de sus rivales para aprovechar el auge de los viajes que siguió a los cierres de la era COVID. Los 105 millones de pasajeros volados en el periodo fueron un 11% superiores a los del año pasado.

"Nos complace informar de unos resultados semestrales sólidos (...) debido a una Semana Santa muy fuerte y a un tráfico récord en verano", declaró el Consejero Delegado del Grupo, Michael O'Leary, en una presentación en vídeo.

"El consejo ... también cree que ahora es el momento oportuno para declarar una política de dividendos ordinarios", añadió. Aunque la aerolínea ha pagado en el pasado dividendos especiales, siempre ha evitado prometer un reparto ordinario.

El primer dividendo ordinario de 400 millones de euros se repartirá entre un pago a cuenta de 200 millones de euros en febrero y un dividendo complementario de 200 millones de euros en septiembre del próximo año.

Para los ejercicios siguientes, Ryanair tiene previsto devolver mediante un dividendo ordinario aproximadamente el 25% del beneficio después de impuestos registrado el año anterior, declaró la compañía aérea.

"Es un fuerte voto de confianza en la compañía", declaró en una entrevista el director financiero Neil Sorahan.

Sorahan dijo que el tercer trimestre de Ryanair se presentaba "relativamente bueno", con unas tarifas superiores a las del año pasado en un margen de "mediados de la década".

Dijo que la aerolínea no tiene una visibilidad real para el último trimestre, hasta el 31 de marzo, pero que la relajación de la inflación en Europa era una buena señal. "Creo que el consumidor va a seguir gastando", afirmó.

Dijo que le preocupaba que hasta 10 de los 57 aviones Boeing 737 MAX de la aerolínea cuya entrega estaba prevista para el próximo verano pudieran retrasarse hasta el próximo invierno, pero que la situación en torno a los retrasos en las entregas estaba mejorando.

"En estos momentos mantenemos llamadas semanales con ellos (Boeing). Es una situación bastante fluida. Está empezando a mejorar en este momento, pero aún falta", dijo Sorahan. (Redacción de Conor Humphries; Edición de Simon Cameron-Moore, Kirsten Donovan)