Seer, Inc. ha anunciado el lanzamiento del Centro de Acceso a la Tecnología Seer (STAC) en Bonn, Alemania, que proporcionará a las comunidades biofarmacéuticas y de ciencias de la vida europeas programas de servicios y las últimas tecnologías de espectrometría de masas para optimizar los estudios proteómicos profundos e imparciales. Las nuevas instalaciones, que se inaugurarán en junio, estarán ubicadas en Life & Brain GmbH, un proveedor independiente de tecnología comercial, en el campus del Hospital Universitario de Bonn. En junio de 2023, Seer estableció el primer Centro de Acceso a la Tecnología Seer en la sede de la empresa en Redwood City, California.

El Centro de Acceso a la Tecnología de Seer en Europa ayudará a cubrir una necesidad no satisfecha de los investigadores que desean realizar estudios proteómicos profundos e imparciales para acelerar el descubrimiento de biomarcadores y el desarrollo de fármacos. El Centro ofrece múltiples programas diseñados para acelerar la amplia disponibilidad de tecnologías proteómicas no sesgadas para quienes buscan ampliar el alcance de sus investigaciones, obtener resultados más rápidamente y buscar respuestas a cuestiones biológicas críticas. En las nuevas instalaciones de Bonn, los científicos tendrán acceso al conjunto de productos ProteographTM de Seer, incluido el nuevo kit de ensayo Proteograph XT, y a las últimas tecnologías de cromatografía líquida-espectrometría de masas, todo ello con el apoyo del equipo técnico y científico de Seer, de categoría mundial.

El STAC de Bonn se pondrá en marcha en junio de 2024 con múltiples instrumentos de automatización Proteograph SP100 que ejecutarán el ensayo Proteograph XT aprovechando múltiples espectrómetros de masas. Cientos de muestras a la semana pueden procesarse en un flujo de trabajo totalmente automatizado con un tiempo de intervención mínimo, lo que permite una detección no sesgada de proteínas e isoformas poco abundantes en biomuestras complejas que hasta ahora no había sido posible. El flujo de trabajo aumenta sustancialmente tanto la producción como el rendimiento, reduciendo el coste por punto de datos y permitiendo así que más laboratorios accedan a la potencia que necesitan para liberar el potencial del proteoma.