Por Lisa Barrington y Alexander Cornwell

DUBÁI, 4 jun (Reuters) - Las aerolíneas muestran más interés por la tecnología de predicción de turbulencias tras dos incidentes que han acaparado titulares en las últimas semanas, pero se resisten a obligar a los pasajeros a llevar siempre puesto el cinturón de seguridad, según la IATA.

El mes pasado, una drástica pérdida de altitud en un vuelo de Singapore Airlines provocó decenas de heridos y la primera muerte relacionada con turbulencias en un avión en 25 años. Días después, 12 personas más resultaron heridas al sufrir turbulencias un vuelo de Qatar Airways.

"En lo que respecta a las turbulencias, no existe una solución milagrosa. Pero más información y más datos mejorarán sin duda la situación", declaró Nick Careen, vicepresidente senior de Operaciones, Seguridad y Protección de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

La aviación está experimentando un aumento de los informes sobre turbulencias e incidentes, pero las turbulencias serias siguen siendo poco frecuentes y su gravedad no ha aumentado, afirmó Careen en la reunión anual de la IATA en Dubai.

Los pasajeros del vuelo SQ321 de Singapur dijeron que la tripulación y quienes no llevaban puesto el cinturón de seguridad abandonaron el suelo y chocaron contra el techo de la cabina, agrietándolo en algunos puntos.

El incidente ha puesto en el punto de mira las prácticas en materia de cinturones de seguridad, ya que las compañías aéreas suelen permitir a los pasajeros desabrocharse los cinturones en condiciones normales de crucero, mientras que recomiendan llevarlos puestos.

"No creo que haya conflicto", declaró a Reuters Willie Walsh, director general de la IATA.

Walsh y el director general de Lufthansa, Carsten Spohr -ambos ex pilotos- dijeron que siempre llevan abrochados los cinturones de seguridad cuando vuelan.

Las turbulencias, o bolsas de aire agitado, pueden hacer que un avión se sacuda o caiga repentinamente. Es la principal causa de lesiones en vuelo, pero no suele provocar más que el malestar de los pasajeros.

El año pasado fue el más seguro de la aviación según muchos parámetros, y los aviones comerciales modernos están construidos para soportar fuerzas muy superiores a las que se experimentan en vuelo.

No obstante, la IATA considera que las turbulencias son un "importante problema de seguridad" y una carga económica cuando los pilotos cambian de ruta.

El director de Emirates dijo que esperaba que las políticas del sector en torno a las turbulencias y los cinturones de seguridad fueran más conservadoras tras el incidente de Singapore Airlines.

Greater Bay Airlines, con sede en Hong Kong, declaró la semana pasada que estaba actualizando su política para recordar a los pasajeros que deben abrocharse el cinturón de seguridad en todo momento, como medida "preventiva" pero no "obligatoria".

Singapore Airlines dijo que adoptaría un enfoque más cauteloso, incluyendo no servir bebidas calientes o comidas cuando la señal del cinturón de seguridad esté encendida.

"Creo que ahora está claro lo importante que es, sobre todo para los pasajeros, seguir las directrices que se les dan", dijo Yvonne Makolo, Directora General de RwandAir.

(Reportaje de Lisa Barrington; Alexander Cornwell, Aditi Shah y Tim Hepher en Dubai; Editado en español por Juana Casas)