El banco central indio anunció el viernes que el billete de mayor denominación del país será retirado de la circulación a finales de septiembre. Aunque no especificó el motivo de la medida, ésta se produce antes de las elecciones estatales y generales en el país cuando, según los analistas, suele dispararse el uso de efectivo, a menudo en operaciones no contabilizadas.

Se espera que el cambio de moneda sea mucho menos perturbador que la medida adoptada en 2016 de desmonetizar de la noche a la mañana el 86% del efectivo en circulación del país.

Desde el fin de semana, la gente se ha agolpado en los comercios para gastar utilizando el billete de 2000 rupias para evitar la molestia de hacer cola en los bancos para canjearlos o invitarse al escrutinio del departamento de impuestos al depositar grandes sumas.

Los comercios indios, por su parte, aceptaron con entusiasmo el billete, aprovechándolo como una oportunidad para aumentar sus ventas, según declararon varios de ellos el martes, primer día en que se permitió el canje.

"Mucha gente está utilizando billetes de 2.000 rupias para pagar mangos desde el sábado", dijo Mohammad Azhar, de 30 años, un vendedor de mangos cerca de la zona del mercado de Crawford, en Bombay, la capital financiera de la India.

"A diario, ahora recibo entre 8 y 10 billetes. Los acepto. No tengo otra opción, es mi negocio. Lo depositaré todo de una vez antes del 30 de septiembre. No hay miedo ya que el billete es válido".

Michael Martis, director de una tienda Rado en un centro comercial del centro de Bombay, dijo que su tienda había registrado un aumento del 60%-70% en los billetes de 2000 rupias desde que se anunció la retirada.

"Eso ha aumentado nuestras ventas de relojes a 3-4 piezas al día desde 1-2 anteriormente", dijo Martis.

La empresa de reparto de comida a domicilio Zomato dijo en su cuenta de Twitter el lunes que el 72% de los pedidos "contra reembolso" se pagaron en billetes de 2.000 rupias desde el viernes.

Sin embargo, no todos los propietarios de tiendas se mostraron tan receptivos con los billetes.

"No acepto; no aceptaré. No quiero meterme en el lío de depositarlo en mi banco", dijo el propietario de un restaurante en el sur de Bombay.

A diferencia de 2016, cuando los clientes corrieron a los bancos para canjear los billetes desechados, las sucursales bancarias de Bombay y Nueva Delhi estaban en su mayoría tranquilas, con un puñado de personas haciendo cola.

Las mayores aglomeraciones se vieron en los mostradores del mayor prestamista de la India, el State Bank of India, ya que el banco optó por no pedir ninguna documentación para canjear hasta el máximo permitido de 20.000 rupias de una sola vez.

(1 dólar = 81,7800 rupias indias)